A río revuelto, ganancia de pescadores. Así dice el dicho, y así nos lo ha demostrado una y 1.000 veces la historia de la humanidad. Y no cabe duda que esta crisis sanitaria del coronavirus, para algunos, supone ese río revuelto del cual aprovecharse en su propio beneficio, en engordar sus bolsillos, aunque sea a costa del miedo o la desesperación de las personas que vive estos momentos con incertidumbre y, por qué no decirlo después de dos semanas de confinamiento, el hastío de estar en casa.
Ya hemos hecho videollamadas, aplaudido cada día a las 8 de la tarde, aerobic, cocinado, leído y visto series. Pero nos quedan por delante otras dos semanas. Y las noticias aún no ven claro cuándo se podrá alcanzar el pico de la famosa curva, mientras sigue aumentando el número de fallecidos. El caldo de cultivo perfecto para que alguno aproveche a lanzar soluciones, e incluso tratamientos, para esta enfermedad a base de remedios naturales, trucos caseros y suplementos de vitaminas.
¿Algún suplemento funciona contra el coronavirus?
A esta pregunta respondió tajantemente el pasado jueves la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), que depende del Ministerio de Sanidad. En su web nos advertían de que era probable que se estuvieran comercializando complementos alimenticios que dicen que son capaces de prevenir, tratar o curar la infección por coronavirus (casi nada).
Un negocio que es perfecto si tenemos en cuenta la preocupación creciente que todos (yo me incluyo) tenemos en relación a la pandemia que estamos sufriendo. Este organismo alertaba de que se habían detectados vendedores de complementos que, con el único fin de ver como aumentan sus beneficios, vendían presuntos remedios a través de declaraciones nutricionales y de propiedades saludables que no están autorizadas (incluso prohibidas) al promocionar sus remedios.
Tenemos que tener en cuenta dos cosas que son fundamentales cuando hablamos de complementos nutricionales. Primero, que estos complementos son fórmulas que su única finalidad es complementar una dieta normal. No se le pueden atribuir ninguna propiedad que hable de prevenir, tratar o curar una enfermedad. Por lo tanto, NO existen complementos alimenticios que prevengan, traten o curen la infección por coronavirus.
Y dos. Para poder hablar o referirse a propiedades saludables de nutrientes (OJO, nutrientes, no complementos nutricionales) solo se pueden decir o promocionar aquellos que la ley europea tiene permitidos en su lista de declaraciones saludables. Es decir, que sólo se puede decir lo que recoge la ley, no lo que el vendedor crea o quiera.
¿Qué podemos comer contra el coronavirus?
Una cosa es que no funcione ni esté demostrado que los complementos alimenticios curen, prevengan o sirvan para tratar una infección, y otra cosa bien distinta es que no sepamos y esté de sobra demostrado que un peor estado nutricional de la persona puede agravar los síntomas de las enfermedades, predisponer a otras, incluso alargar los tiempos de recuperación. De ahí la lucha continuada del colectivo de dietistas-nutricionistas para que seamos incluidos en la plantilla de la sanidad pública, y tengamos más presencia en los centros de salud y hospitales de nuestro país.
También sabemos que los nutrientes participan en diferentes reacciones químicas y funciones del cuerpo, entre ellas, el sistema inmunitario y de defensa. Y que un correcto nivel de estos nutrientes en el cuerpo facilita y ayuda a que este sistema haga bien su función y responda adecuadamente. De hecho, hay nutrientes concretos que sabemos que participan y que están siendo estudiados en este caso del coronavirus.
Pero esto es muy diferente al dicho de 'cuanto más, mejor'. Y quiero dejarlo aclarado por adelantado antes de hablar de nutrientes y alimentos donde podemos encontrarlos que nos van a ayudar a un mejor estado de salud general, y en concreto con el coronavirus. Se trata de tener lo que nos hace falta para que todo funcione bien. Pero no significa que si tomamos mucha más cantidad vayamos a estar mejor. Por eso, asegurarnos de que comemos correctamente es una estrategia válida, mientras meternos 'chutes' de megadosis de vitaminas en forma de pastilla, comprimido, polvo o como quiera que sea, no tiene ningún fundamento. Como decía, se está estudiando qué papel pueden jugar los nutrientes en la infección por coronavirus para poder estudiar posibles intervenciones a nivel médico. Pero que aquí hablemos de ello ni es sinónimo de que esto es un tratamiento, una prevención a la infección o que nos vaya a curar. Ni mucho menos. Pero si que sirva como “otro motivo más” para comer sano, equilibrado y dar a nuestro cuerpo lo que necesita.
Esta semana ha visto la luz un estudio del departamento de neurocirugía del Hospital de Shengjing de China que hacía una revisión de todo lo que se sabe de las posibles y potenciales intervenciones para el COVID-19, entre ellas, el papel de varios nutrientes. En este estudio los investigadores han revisado más de 140 estudios y hablan de qué papel podrían tener algunos nutrientes (también habla de tratamiento médicos, pero en esto no vamos a entrar porque ni es mi función, ni es mi especialidad).
Vitamina A
Uno de los primeros nutrientes que mencionan en este estudio es esta vitamina liposoluble, y de sus tres formas activas en el cuerpo: el retino, el retinal y el ácido retinoico. Esta vitamina ha sido llamada muchas veces la vitamina “anti-infectiva” ya que muchas de las defensas del cuerpo contra infecciones dependen de que comamos la cantidad correcta de esta vitamina. Por esto, están estudiando esta vitamina, qué papel puede jugar, y si a partir de ella se podría formular algún tipo de intervención médica.
¿Qué podemos hacer nosotros hasta que se descubra algo?
Mantener una buena ingesta diaria de vitamina A. Y para que te sea más fácil, aquí van los 3 alimentos más ricos en esta vitamina:
1. Paté de hígado de cerdo
La vitamina A se acumula en el hígado, por lo que no nos sorprende pensar que todos los alimentos que sean a partir de este órgano de los animales serán también ricos en esta vitamina. Por eso, el famoso paté puede llegar a aportar más de 8.300 µg cada 100 gramos, siendo, según la base de composición de alimentos BEDCA (bedca.net), uno de los alimentos más ricos. Eso sí, por mucha que tenga, sigue siendo un alimento muy rico en grasas y recomendado solo para consumo ocasional.
2. Zanahoria
La zanahoria es el alimento icónico para cuando pensamos en esta vitamina, famosa también por prevenir la xeroftalmia o ceguera nocturna (muy distinto a lo que decían de que si comíamos mucha zanahoria íbamos a ver mejor). Esta hortaliza, especialmente si se consume cruda, es muy rica en esa vitamina, aportando cada 100 gramos 1.346 µg.
3. Huevos
El huevo, de forma general, es un crisol de nutrientes. Si pensamos en su finalidad, el huevo está diseñado para que se genere una cría de ave a partir de él, por lo que tiene que tener todos los nutrientes que esta cría necesita. Por eso, no es de extrañar que sea también rico en vitamina A. Concretamente nos aporta 1.060 µg de vitamina A cada 100 gramos. Por eso, y porque se ha demostrado que no era tan perjudicial como se pensaba, un huevo al día no es ninguna locura nutricional.
Vitamina C
Una vieja y gran conocida de cuando nutrientes para cuidar nuestro sistema inmune se trata. Esta vitamina hidrosoluble tiene un sinfín de funciones dentro del cuerpo humano: desde su papel en la síntesis de colágeno en los tejidos conectivos del organismo, hasta su papel como antioxidante. Por esta, y por otras funciones que en nuestro cuerpo realiza, la vitamina C está siendo otra de las grandes estudiadas en esta crisis del coronavirus. Y aunque hay estudios muy alentadores, a día de hoy debemos ser cautos y esperar a que haya más estudios, con datos más concluyentes, como para poder recomendar o decir que esta vitamina puede ayudar, prevenir o curar.
Mientras tanto, sí sabemos que es necesaria todos los días y que su deficiencia conlleva problemas para nuestro sistema inmune, piel, pelo, encías, etc. No por nada se le llama la vitamina 'antiescorbuto'. Y para que sea más fácil incluirla cada día en tu menú, los 3 alimentos con más vitamina C son:
1. Pimiento rojo
Aunque cuando hablamos de vitamina C lo primero que se nos viene a la cabeza son los cítricos, como las naranjas y los limones, resulta que es el pimiento rojo uno de los alimentos del reino vegetal que más aporta. Ni más ni menos que 152 mg por 100 gramos de pimiento. Teniendo en cuenta que cada día deberíamos de tomar entre 80 y 100 mg, con un pimiento rojo iríamos más que cubiertos de vitamina C. Sin necesidad de comprar ninguna pastilla.
2. Brócoli
Otra de las verduras que supera, y con creces, la cantidad de vitamina C que puede aportar una naranja. Aunque tenemos que ser justos: supera a la naranja cuando hablamos de brócoli crudo. Cuando lo cocinamos se pierde parte de esta vitamina, y la pérdida será mayor o menor dependiendo del tipo de cocinado al que hayamos sometido al brócoli, así como el tiempo que estemos cocinándolo. Pero partiendo de su versión cruda, esta verdura aporta la no desdeñable cantidad de 110 mg (cada 100 gramos de brócoli). Lo que necesitamos, de media, al día.
3. Naranja
No podemos hablar de vitamina C si hablar de cítricos. Y aunque hemos puesto de ejemplo una naranja, también entrarían aquí pomelos, mandarinas o limones, por ejemplo. Aunque es el icono de esta vitamina, 100 gramos de naranja nos aportarían, de media, 50 mg de vitamina C, muy por debajo de otras frutas como los kiwis, los arándanos o las fresas y fresones, que ahora están de temporada.
Vitamina D
Esta vitamina, además de ser un nutriente, en el cuerpo funciona como una hormona. Además de la que podemos consumir con los alimentos, el cuerpo puede sintetizarla a partir de otras sustancias gracias a la acción de la luz solar cuando incide sobre nuestra piel. Además de su papel archiconocido de ayudar a la absorción y asimilación del calcio y, con ello, contribuir a una buena salud ósea, esta vitamina estimula la maduración de muchas células, incluyéndose entre ellas varias células inmunológicas. Por este motivo es uno de los nutrientes que, actualmente, está también siendo investigado.
Si contamos con que ahora, por el confinamiento preventivo que todos tenemos que llevar, nos incide menos luz solar, asegurar un correcto aporte de esta vitamina es un buen plan para mantener nuestra salud y, con ello, tener el sistema inmune previsto de vitamina D para lo que puede necesitar.
1. Atún
Al día, según las recomendaciones europeas, deberíamos de consumir alrededor de 5µg de vitamina D. Algo que, ahora especialmente, deberíamos de cuidarnos mucho de cumplir, y más sabiendo que, aproximadamente, el 50% de la población española presenta deficiencias en esta vitamina.
Por eso, el atún, tanto fresco como en conserva, puede ser una buena opción para incluir esta vitamina en nuestra dieta. De hecho, 100 gramos de este pescado pueden llegar a aportar hasta 25 µg, por lo que se presenta como un gran aliado para mantener nuestras defensas en perfecta forma.
2. Salmón ahumado
Otro pescado que es un gran aliado para cumplir con las recomendaciones de esta vitamina es el salmón. En concreto, el salmón ahumado también es muy rico en vitamina D, aportando hasta 19 µg por cada 100 gramos. Una manera fácil, rica y versátil para incluir este nutriente en nuestro menú.
3. Leche enriquecida
Ya sea por la gran publicidad que se le ha dado, como por la tradición gastronómica de nuestro país de incluir lácteos de forma diaria en nuestra alimentación, en concreto, leche, los lácteos siempre han sido el alimento icónico de esta vitamina.
Si bien es verdad que, comparado con otros alimentos, no sería el que más aportaría (100 ml de leche entera aportan 0,03 µg de media de esta vitamina), para aquellos que no quieren renunciar a su vaso de leche, también encontramos la alternativa de las leches enriquecidas en esta vitamina. En concreto, algunas marcas pueden llegar a aportar hasta 1,5 µg por cada 100 ml, lo que supone que cada vaso puede aportar entre 3 y 3,75 µg. Un aporte que puede ser muy importante en nuestro día a día.
Selenio
No todo son vitamina. Los minerales están también siendo estudiados para descubrir qué papel pueden jugar como intervención frente al COVID-19 según este último estudio chino. Minerales como el zinc, el hierro o el selenio. En concreto, éste último, el selenio, juega un papel importante en las reacciones redox de nuestro cuerpo, jugando un papel importante frente las enfermedades infecciosas en general. Además, se está estudiando qué papel jugaría una deficiencia de selenio en el cuerpo, en el sistema inmune, y si esta carencia de este mineral aumentaría la virulencia de los virus una vez que entran dentro de nuestro organismo.
A la espera de que se amplíe la información con más estudios científicos, hay motivos de sobra para preocuparnos de aportar este mineral dentro de nuestra alimentación del día a día. Por eso, también vamos a ver qué 3 alimentos serían de los más ricos en este nutriente.
1. Salvado de trigo
Diariamente nuestra alimentación debería de proveernos de unos 55µg de selenio, según las recomendaciones para población general que hacen los organismos europeos. Y, aunque también muy presente en los alimentos que provienen del mar, el salvado de trigo es una parte del cereal que es muy rica en este mineral.
Concretamente, 100 gramos llegarían a aportarnos 77,6 µg de selenio. De ahí la recomendación repetitiva que hacemos los dietistas-nutricionistas de que debemos consumir los cereales integrales, con su cáscara y con su germen. Porque es en esta cáscara (salvado) y en el germen donde se encuentran los nutrientes interesantes para nosotros, como este mineral.
2. Sepia
Como hemos comentado, los alimentos de origen marino son una gran fuente de selenio. Y, entre ellos, destaca la sepia. Un alimento que puede llegar a aportarnos 65 µg. Es decir, un poco más de la cantidad que necesitamos cada día. El problema es que es un alimento que, a diferencia del salvado de trigo, normalmente no está presente en nuestro día a día rutinario con los alimentos. Pero, aún así, no hay que perderlo de vista.
3. Sésamo
Además de los cereales, las semillas, por extensión, también son ricas en selenio. Desde las famosas pipas, hasta otras como el sésamo. Algo que podemos incluir en nuestro día a día, como en ensaladas, en la elaboración de platos como el humus, o, simplemente en el yogur o los cereales de por la mañana.
Y es que, este alimento tan pequeño es capaz de aportar hasta 49 µg por cada 100 gramos. Algo que puede ser de mucha ayuda para cumplir con la recomendación cada día, ayudando al aporte que puedan también ofrecernos otros alimentos.
Y en este resumen, ni están todos los que son, pero son todos los que están. También se ha estudiado el papel de otras vitaminas como las del grupo B, o la vitamina E, otra de los grandes antioxidantes conocidas. O grasas como los omega-3 por su papel antiinflamatorio. Aunque, como hemos dicho, comer más no hace tener un sistema inmune mejor, que tengamos deficiencias si compromete que nuestras defensas trabajen al 100% de nuestra capacidad. A si que, bien sea por el estado de alarma por el COVID-19 que vivimos, como por otros tantos motivos, nos sobran los motivos para que todos llevemos la mejor de las dietas, no solo estos días, si no durante toda nuestra vida.
#QuédateEnCasa
Y añadiría: #ComeSanoSiempre