El lunes por la tarde estaban llamándome sin parar de un número largo desconocido. No suelo coger los números desconocidos. Me da ansieté no saber quién hay al otro lado y qué quiere de mí. Me parece intrusivo. Mucho mejor, mandar un whatsapp y decir: "soy Pepita o Pepito y tal y cual", ¿no os parece? Además que la mitad de las veces que lo cojo es para venderme algo. El caso es que a veces me pilla con la guardia baja, las niñas peleándose y lo cojo casi sin darme cuenta o pasa como el lunes que al insistir tanto pienso que es algo de vida o muerte.
- Hola Laura, te llamo del programa de televisión… Te he visto esta mañana en la tele y estás de acuerdo con que los niños no vayan al colegio esta semana, ¿verdad?
- ¿Yo? ¿Dónde he dicho tal cosa? No. Bueno, a ver, te explico...
Mientras balbuceaba sin saber de qué me hablaba y mis hijas gritaban a mi lado, fui capaz de conectar neuronas y entendí por qué me decía tal locura. Los médicos catalanes pedían al Govern de Cataluña que lo mejor era no llevar a los niños y a las niñas al colegio esta semana. Y yo lo que intentaba contar sobre ese "maravilloso" titular era que más allá de lo que me pareciera esa opinión, debíamos responder a otra pregunta:
¿Se cuidan los niños y las niñas solas?
El señor que hacía esas declaraciones entiendo que se dirigía al porcentaje de la población o más bien a las madres, que son las principales cuidadoras cuando un hijo o una hija enferma, cuando tiene que estar cumpliendo un confinamiento o cuando llegan las esperadas vacaciones escolares, que han renunciado, que no tienen que trabajar y pueden "permitirse ese privilegio" de sumar una semana más a la Navidad para disfrutar en amor y compañía con sus hijos e hijas (léase con la ironía necesaria).
Porque si no es así, ¿de qué está hablando? ¿Le recuerdo que ni siquiera cuando el hijo o la hija ha sido contacto estrecho con un positivo nos corresponde una baja laboral? ¿Le recuerdo que desde septiembre las empresas que podían teletrabajar han vuelto a una presencialidad sin rechistar? ¿Le recuerdo lo complicado que lo tienen las familias monomarentales, las autónomas y aquellas que trabajan en servicios esenciales? ¿De verdad que no hemos retenido nada de lo que llevamos viviendo estos dos años?
Tiene guasa la cosa, como se dice en mi tierra, que mientras el WiZink Center está hasta los topes de concierto en concierto, los bares sin distancia de seguridad y el AVE como si fuera un after, venga usted a decir que los niños y las niñas en casa, aislados, sin contacto con el exterior. Que las cabalgatas mejor para 2025 ya si eso porque lo de trabajar en medidas de conciliación y poner los cuidados en el centro le importa cero al Gobierno de este país.
Mucho mejor enfrentar a las familias. Y etiquetar como "irresponsables" a las que hayan llevado esta semana a sus hijos y a sus hijas a la escuela. Mucho mejor renunciar al sueldo unos diitas más. Total, ya nos lo vamos a ahorrar en cenas y comidas. Porque no sé vosotras, pero yo en este momento ya he pasado de la lentejuela al pijama y del cotillón al especial de La 1.
No pidamos responsabilidades a las instituciones porque una PCR tarde 7 días y las familias estén haciéndola de su bolsillo. No pidamos protocolos unificados y coherentes. No pidamos apoyar de verdad a las familias. Culpabilicemos de nuevo y miremos solo por nuestros intereses.
Así vamos a terminar el año, borrachos de generosidad y compromiso.
¡Feliz Navidad a todas las Malasmadres que andan desesperadas! Buscad vuestro ratito de huida, aunque sea a reciclar dos calles más abajo. En soledad, sienta muy bien, os lo digo yo.