En algún sitio dejó escrito José Luis Sampedro que existen dos clases de economistas; los unos son los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los otros son los que trabajan para que los pobres seamos menos pobres. Karl Polanyi pertenecía a "los otros".
Por esto mismo, Polanyi fue mucho más que un economista. Nacido en Viena en 1886, Karl Polanyi fue un humanista que supo relacionar sociología, filosofía y antropología con Historia, dando lugar al argumento más sólido escrito hasta la fecha contra los mercados autorregulados. Se titula 'La Gran Transformación' (Virus editorial) y con él, Polanyi muestra cómo la economía está arraigada en la sociedad desde el principio, "de igual forma que el carbón está arraigado en las paredes de la mina".
Resulta revelador que 'La Gran Transformación' saliera en el mismo año que Friedrich August von Hayek publicase su 'Camino de servidumbre', un texto elaborado con el pérfido objetivo de dar legitimidad intelectual a la sociedad de mercado; resulta revelador que dicho texto fuese más conocido que el de Polanyi. Por estos detalles nos podemos hacer una idea de cómo actúa la propaganda, siempre en beneficio del principio organizativo de la economía mundial.
Para entendernos, según la clasificación de José Luis Sampedro, el también vienés Friedrich August von Hayek fue un simple economista que pertenecía a la clase despreciable de los que trabajan para hacer más ricos a los ricos. Por eso, aunque ambos libros - 'Camino de servidumbre' y 'La Gran Transformación'- saliesen en 1944, el de Polanyi quedó fuera de los temarios de los planes de estudio en las universidades. Es un libro maldito. Con todo y con eso, es un libro que sobrevive y sobrevivirá, pues, 'La Gran Transformación' es un texto adaptógeno, se adapta a todos los tiempos. Al igual que para conocer las causas de la caída del Imperio Romano hay que leer la obra de Gibbon, quien quiera conocer el desastre económico de hoy en día y la consiguiente crecida del fascismo, tendrá que leer 'La Gran Transformación'.
En nuestro caso, la ascensión de la extrema derecha en las últimas elecciones generales también tiene su lectura en el libro de Polanyi. Según nos enseña, los fachas son la consecuencia directa de cimentar la economía global con materiales del libre mercado. Por eso, Europa entera se ve hoy amenazada por el fascismo, se llame Le Pen, se llame Salvini o tenga caspa nacionalcatólica como le pasa al fascismo de Abascal.
Si traemos el argumento de Polanyi y lo aplicamos al presente, nos daremos cuenta de que el ascenso del fascismo es la manifestación del fracaso del libre mercado en su versión actual, el neoliberalismo. Porque cuando un sistema tan deshumanizador entra en crisis, saca al fascismo a pasear las calles, prueba irrefutable de que el libre mercado nunca es tan libre.
El libre mercado necesita seguridad, necesita defensas y Polanyi nos ayuda a comprobar cómo esas defensas se las va a poner el mismo Estado tras haberse sometido a la economía neoliberal. Por eso, desde la última transformación, la de las doctrinas neoliberales que sucedieron a la caída del Muro de Berlín, desde ese momento, hasta la caída de Lehman Brothers -compañía financiera de capullos que nos trajo la Gran Recesión- el auge del fascismo viene cumpliéndose de modo gradual. El fascismo está arraigado en las doctrinas económicas liberales desde su principio y cuando la sociedad basada en el mercado se estanca, entonces el fascismo sale a la calle a dejar la noche cubierta de cristales rotos. Es su manera de pedir cariño.
'La Gran Transformación' se divide en tres partes. Tres actos que originan una serie de cuestiones, una serie de preguntas y dudas que se irán respondiendo y despejando a medida que el texto avanza. Es un libro imprescindible, elaborado con conciencia crítica y traído al papel con prosa elegante, pero sin perder por ello contundencia. La lectura de 'La Gran Transformación' sirve para desentrañar las causas del desastre social al que nos ha llevado la economía autorregulada.
Sólo podemos transformar el mundo si lo conocemos, viene a decir Karl Polanyi, entre líneas, mientras elabora argumentos a partir de su repaso histórico para ponernos sobre la pista de un sistema -el neoliberalismo- que nunca será una ciencia aunque nos la presenten como tal, ya que, su modelo científico sólo funciona en una parcela mínima de la realidad, ahí donde los ricos se hacen más ricos.