Tras la crisis Open Arms, que nos tuvo secuestrados en aguas territoriales italianas durante 20 días sin poder desembarcar aun teniendo una resolución judicial a favor, seguimos recibiendo amenazas e informaciones falsas, bulos, criminalización y toda una persecución mediática.
Estamos todavía asombrados de que se pueda intentar tender un manto de descrédito sobre nuestra organización cuando en dos ocasiones la justicia italiana nos ha absuelto de todos los cargos de los que se nos imputaba.
Ahora estamos esperando una nueva inspección para actualizar el certificado sanitario, un tramite rutinario que se pasa cada seis meses, y seguimos operativos pese a esta maniobra mediática que lo único que pretende es sembrar la duda sobre nuestra labor.
Estamos haciendo lo que hay que hacer: proteger la vida humana en el mar y llevarles al puerto seguro más cercano.