Si alguna vez te han hecho sufrir por tu orientación sexual, toma nota de estas obras de arte.
La primera es 'Chico mordido por una Lagartija', de Caravaggio. Resume todo lo que tuvo que soportar este artista, cárcel incluida, por ser gay. En el cuadro vemos a un joven con los labios pintados, una flor en el pelo y el hombro descubierto. Es el símbolo puro del deseo homosexual. Pero el erotismo se convierte en dolor cuando una pequeña lagartija aparece entre las frutas apetecibles del amor y le muerde un dedo. Se trata de una metáfora de los prejuicios a los que se tuvo que enfrentar Caravaggio por su orientación sexual.
A Leonardo Da Vinci también le acusaron de sodomía. Su venganza fue la pintura 'San Juan Bautista'. Oficialmente representa a ese santo cristiano, pero en realidad es un retrato de su novio Salai saliendo del armario. Emerge de las tinieblas del fondo y se deja ver a plena luz, mostrándose al mundo tal y como es, sin miedos.
¿No te convence esta teoría? Pues échale un vistazo al boceto preparatorio que hizo (y que puedes ver en el vídeo) donde se recreó dibujándole un generoso pene erecto.
La fotógrafa Joan Biren ha trabajado toda su vida para visibilizar a las lesbianas. De joven nunca se atrevió a mostrarse públicamente en pareja con otra mujer. Era impensable. Las lesbianas, oficialmente, no existían. Por eso, en la década de 1970 dedicó su obra a retratar parejas de mujeres queriéndose, acariciándose, conviviendo... Rompió tabúes para que las siguientes generaciones pudieran tener referentes y vivieran su sexualidad felices y libres.