¡Cuántas veces hemos comparado la pintura 'Duelo a garrotazos' de Goya con la situación política española! La fuerza de la obra está en que los protagonistas han sido enterrados hasta la rodilla y su pelea sólo terminará cuando uno de ellos mate al otro.
Pero, ¿qué pensaríais si os digo que en realidad Goya no los pintó semienterrados? Hay una fotografía, hecha en el siglo XIX antes de su restauración, en la que parece que se ven las piernas completas de los personajes. Es decir, que los expertos creen que originariamente estaban de pie pero que el restaurador de la pintura decidió taparlos.
Y aquí tenemos el debate: restaurar una obra modificando el sentido original es considerado hoy un sacrilegio pero en este caso hay que reconocer que el cuadro mejora con el cambio. De ser una representación más de la brutalidad humana, pasó a convertirse en una metáfora de la lucha a muerte y sin piedad entre españoles.