El partido más votado de estas elecciones catalanas ha sido el Partido Socialista (PSC), con Salvador Illa a la cabeza, al que le toca negociar para conseguir los apoyos suficientes para formar gobierno. Ahora bien, si echamos un ojo al mapa de resultados, podría parecer que el ganador es otro: el color que destaca entre todos los demás es el de Junts+, la segunda fuerza política de este 12M , por delante de un ERC que ha ido perdiendo fuerza.

Entre los colores de estos tres partidos, hay uno que destaca, por varias cosas, en una zona específica de la frontera entre Girona y Barcelona: el color de Aliança Catalana, la extrema derecha independentista que ha irrumpido en el Parlament poco después de ganar las elecciones municipales en Ripoll y hacerse con la Alcaldía.

En esa zona, rodeados prácticamente de municipios donde el partido de Puigdemont ha sido mayoritario —aunque con un principalmente socialista y otro, independentista de ERC—, se encuentran cuatro pequeños municipios donde la extrema derecha ha sido la fuerza más votada. Eso sí, la extrema derecha independentista.

El mapa del 12M

Uno de ellos, el más obvio, es Ripoll (Girona), en la comarca del Ripollès, donde Sílvia Orriols es alcaldesa desde el pasado 28M. Allí, poco tiempo después de su investidura, numerosos migrantes denunciaban trabas para ejercer sus derechos, al impedirles la propia alcaldesa empadronarse y, por lo tanto, ir a la escuela o al médico. Los resultados electorales en Ripoll (Girona) son clarísimos: 1.559 votos para Aliança (el 33,1%). El segundo partido más votado ha sido Junts+, con un 22,51%.

Colindante está Gombrèn, donde el partido de Orriols y Junts+ han empatado —26 votos cada uno, un 25%—; y junto a estos, Campdevànol, donde 430 votos se han ido para AC, lo que supone un 26,52% de los votos. El último es Les Llosses, en la misma región: allí, un 35% de los votos se han ido para los de extrema derecha, lo que supone un total de 34 votos de las casi 100 papeletas emitidas.