En España, desde los inicios de la democracia y hasta 2020 no se había firmado jamás un Gobierno en coalición a nivel central. Pero los Gobiernos autonómicos funcionan de otro modo. En determinadas comunidades autónomas, como en Galicia, los resultados suelen ser tan contundentes que se traducen en Ejecutivos regionales en solitario, gracias a las mayorías absolutas. Pero no ocurre siempre, ni en todas. En Cataluña, por ejemplo, ha sido habitual a lo largo de los años tener que negociar para poder formar el Govern, negociaciones que dependen de la fuerza que obtenga cada formación política.

En los últimos comicios, adelantados después de que Pere Aragonès, president saliente, no consiguiera aprobar los Presupuestos, los resultados de las elecciones fueron 'definitivos' para Salvador Illa, que se convirtió en el candidato más votado. Pero no recibió el apoyo suficiente como para gobernar en solitario, abocando el Govern a futuras negociaciones. Han pasado ya varias semanas, y aunque ya hay fecha para una sesión de investidura, no hay un claro president y esto puede traer consigo una repetición electoral, sin duda.

Mientras el Partido Socialista Catalán ha ido avanzando en sus negociaciones con el fin de integrar a los Comuns y ERC en su Govern, Junts ha hecho lo propio, aunque su secretario general (y ahora president de Parlament), Jordi Turull, ya ha avanzado que Carles Puigdemont no se presentará sin apoyos suficientes para ser investidos. El portavoz de los republicanos, Gabriel Rufián, ya ha advertido de que no descarta que haya repetición electoral. "Todo es posible".

Qué tiene que pasar para que haya elecciones otra vez

Para que se repitan las elecciones catalanas, tendría que darse el caso en el que ninguno de los posibles candidatos a la Presidencia de la Generalitat obtuviera los votos necesarios para ser investido. La primera opción es la de Salvador Illa: el PSC obtuvo 42 escaños en las elecciones, pero necesitaría los votos a favor de 68 diputados para poder ser investido president. Para esto, necesita a sus 41 compañeros de partido, pero también a los 20 de ERC y a los seis de los Comuns.

La segunda opción sería la de Puigdemont: Junts lo tiene más difícil, porque sumó 35 escaños, por lo que necesita más apoyos externos. Tendría que sumar otros 33 escaños, tirando de otras fuerzas independentistas, aunque en último caso acabaría dependiendo de la abstención del PSC, algo que Salvador Illa ya ha descartado.

Cualquiera de los dos, con apoyos suficientes, puede presentarse al debate de investidura. En una primera votación, el candidato para ser investido necesitaría estos 68 votos; en el caso de no salir elegido en primera votación, tendría una segunda opción 48 horas después, donde necesitaría más síes que noes, algo que dificulta, no obstante, la gobernanza, dado el contexto del Parlament, profundamente fraccionado. Así pues, de no obtener apoyo suficiente (o incluso no presentarse), la siguiente opción sería la repetición electoral.

¿Cuándo serían las elecciones catalanas, si se repiten?

En el caso de que ninguno de los candidatos se postule, al no tener garantizados los apoyos, el presidente de Parlament puede optar por una fórmula excepcional que ya se ha utilizado antes en Cataluña: la de formalizar un "acto equivalente" para comunicar a los grupos parlamentarios la inexistencia de una candidatura efectiva, lo que tendría el mismo efecto que una votación fallida.

De este modo, se activaría el reloj y empezaría la cuenta atrás de dos meses tras los cuales, sin haber investidura, se convocarían elecciones. Esto nos llevaría a un mes de agosto desde el cual empezarían a contar los 54 días que tienen que pasar desde la convocatoria hasta la efectiva celebración de las elecciones repetidas, que tendrían lugar, en este caso, en el mes de octubre.