En el sorteo de la Lotería de Navidad todo está pensado y atado para que no se den confusiones ni tongos. De ahí que todos los elementos que intervienen en el Sorteo Extraordinario de Navidad permanezcan la semana previa al sorteo en la planta menos dieciséis del Teatro Real, custodiados bajo "estrictas" medidas de vigilancia y seguridad durante las 24 horas del día, según explicaciones del subdirector del Juego de Loterías y Apuestas del Estado (Selae), Antonio López. También que sean revisados la tarde previa al sorteo, cuando se hace un recuento de las bolas de los números y premios que se utilizarán. El lugar en el que permanecen el resto del año es secreto.
Todos los elementos - bombos bolas y la tolva, entre otros - pasan al salón la tarde de antes del evento, momento en el que también realizan su último ensayo los niños y niñas de la Residencia Internado de San Ildefonso del Ayuntamiento de Madrid. Son los trabajadores de loterías los que se encargan personalmente de la cuelga de los paraguas con las liras, que contienen los 100.000 números y las 1.807 bolas de premios que se utilizarán para efectuar el sorteo extraordinario de Navidad. Finalizada la cuelga, los claveros de Loterías proceden al cierre y precintado de las puertas del salón del Teatro Real. Este salón no se abre hasta la mañana siguiente.
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Los primeros en entrar en las inmediaciones del sorteo son los medios de comunicación acreditados, los niños y niñas de la Residencia-Internado de San Ildefonso de Madrid, encargados de repartir la suerte, y el personal que interviene en la celebración del sorteo. Lo hacen cada 22 de diciembre en torno a las 6:45. Luego lo hace el público, que termina de sentarse en las butacas a las 8:30 por orden de llegada y hasta que se completa el aforo. Acto seguido, da comienzo la preparación del material lotero. Lo primero que se hace es volcar las bolas con los números premiados en la tolva para ser traspasada a su respectivo bombo (el grande) y revisar que ninguna de ellas se quedara atrapada. Este proceso se hace en dos tandas.
Todas las bolas están fabricadas en madera de boj, con los números grabados en láser y con el mismo peso (3 gramos) y el mismo tamaño (18 mm). A diferencia de las bolas de los primeros sorteos, que estaban pintadas con tinta y apoyaban lateoría de que las que más números tenían más pesaban y, por tanto, más veces han salido. En cualquier caso, a día de hoy todas pesan lo mismo. "Entonces, había una bola que pesaba un poco más que el resto, y tenía un poco más de probabilidades de salir. Pero ahora todas pesan lo mismo, están medidas al picogramo, por lo que es absurdo estudiar estadística porque es casualidad", aclaró un matemático en Más Vale Tarde.
Tras volcar las bolas con los números premiados en la tolva para ser traspasada a su respectivo bombo y revisar que ninguna de ellas se quedara atrapada, se inicia el proceso de llenado del bombo grande, el de los números (100.000 bolas de madera de boj). Este bombo grande se fabricó en 2006, está realizado en una aleación de latón y bronce, y tiene una altura de 2,64 metros, una anchura de 2,11 metros y un peso aproximado de 850 kg. El diámetro de la esfera es de 1,58 metros.
Una vez metidas todas, la bola se cierra con llave. El último paso es introducir los premios de la jornada en el bombo pequeño, que tiene unas dimensiones de 1,60 metros de alto por 1,28 metros de ancho, con un diámetro de esfera 0,74 metros y un peso en torno a 450 kg. Primero se introducen los premios menores. Luego las pedreas y, finalmente, los premios mayores por categorías a la vez que un funcionario de Loterías y Apuestas del Estado lista en voz alta todos ellos, ante la mesa que preside el sorteo navideño. El último premio que se mete es el Gordo. Luego llega el turno de los niños y niñas de San Ildefonso, quienes aparecen en el escenario del Teatro Real para comenzar el sorteo.
Una vez empieza el sorteo, el procedimiento es el mismo durante sus cuatro horas, aproximadas, de duración. Uno de los niños de San Ildefonso extrae una bola del bombo de números y otro, a la vez, otra del de premios, siendo cantadas ambas por otros dos niños, quienes insertan las bolas en los alambres de la tabla dispuestos al efecto. Estos alambres se agrupan en una 'Tabla' hasta contener doscientas bolas de cada clase, siendo cerradas debidamente delante de la mesa de la presidencia con la conformidad del presidente y del interventor. El sorteo, de una duración aproximada de 4 horas, terminará cuando en el bombo de premios no quede ninguna bola.
Termina el sorteo, pero no su protocolo
Antes de que esto ocurra ya se ha puesto en marcha la maquinaría de Loterías y Apuestas del Estado con la que medio centenar de trabajadores colaboran en la obtención de la lista oficial de premios del sorteo y de las poblaciones agraciadas, que se realiza mediante un proceso informático "controlado". Al termino del sorteo, y comprobados los errores, se envía el fichero de números y premios a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Ella es la entidad encargada de imprimir la lista oficial, que se edita y distribuye la misma tarde de este 22 de diciembre a los Puntos de Venta de la Red Comercial de Loterías y a los medios de comunicación. También está disponible en la web oficial. Las tablas de los números premiados quedan expuestas al público durante siete días siguientes al sorteo en la sede de Loterías y Apuestas del Estado.
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El colectivo Afroféminas presentó una denuncia por los insultos que recibieron varias de las niñas de San Ildefonso encargadas de cantar los premios durante el sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad el 22 de diciembre.