Claudia Reyes, encargada de la administración de Lotería número 54 del Centro Comercial El Mirador (Las Palmas de Gran Canaria), recuerda el pasado 22 de diciembre como si fuera ayer. Su administración fue una de las que vendió el Gordo de la Lotería de Navidad de 2021, repartiendo, como de costumbre, cuatro millones de euros por serie. No es la única: todos los años los gerentes de una o varias administraciones salen a celebrar con los afortunados el haber vendido algún décimo del gran premio, con esa camiseta que todos los loteros quieren vestir, en la que se puede leer "1er premio vendido aquí".
Es la misma frase que luego, a lo largo del año, se puede ver en carteles colgados de los ventanales de muchos de estos establecimientos. ¿Pero qué se lleva cada lotero por cada Gordo vendido? Lo cierto es que técnicamente la respuesta es 'nada'. Ninguna administración, ni siquiera Doña Manolita o la Bruixa d'Or, que tantos premios han repartido a lo largo de la historia, se llevan nada más que el breve momento de fama y lo que pueda venir después, pero ninguna recompensa económica o comisión por haber sido el punto de venta de algunos de los décimos ganadores.
De lo que pueda venir después es de lo que sí saben los loteros. "Ventas, ventas y más ventas", explica la encargada, al ser preguntada por los beneficios que corresponden a una administración que vende un premio Gordo. Así es, las administraciones no reciben una parte de los premios ni un ingreso extra por vender los números ganadores, pero sí que se ven compensadas por el número de jugadores que, atraídos por la buena suerte, acuden a comprar la lotería del año siguiente.
"Es normal que haya colas en las semanas previas al sorteo, pero no en verano", explica la encargada. Esta 'normalidad' era lo que ocurría antes de haber entregado el Gordo; ahora, todo ha cambiado. Y hace solo unos meses, el pasado verano, el número que se llevó el Gordo en 2021 (el 86148), se agotó en las primeras dos semanas. Algunos podrán pensar que si ya ha salido una vez es improbable que vuelva a salir, pero lo cierto es que existen posibilidades de que unmismo número repita premio Gordo, como ya ha ocurrido al menos dos veces en la historia. Si este año volviera a salir, Reyes sería su única vendedora, porque la administración que regenta es la única a la que se le ha asignado este año el 86148.
Hemos tenido que pedir más números porque se acaban de una semana para otra
Es por todo esto que para ella y para el resto de los trabajadores de esta administración canaria, la Navidad se ha adelantado unos meses este año. Llevan todo el verano vendiendo décimos a muchos turistas de la península, quienes aprovecharon los meses de verano para adquirir sus décimos presencialmente. "Hemos tenido que pedir más números a Loterías porque se acaban de una semana para otra", detalla al otro lado del teléfono.
Reyes, con mucho trabajo por delante pero feliz, espera que la suerte vuelva a acompañarles este año y que el número del Gordo vuelva a descorchar las botellas de champán de su administración. Pero esta vez a tiempo.
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"Ya teníamos el champán abierto —porque acabábamos de repartir un cuarto premio— cuando vimos el número del Gordo en la pantalla", relata al otro lado del teléfono al recordar que su administración vendió 400 décimos con el número 86148. "La mayoría de los agraciados eran gente de la península a la que vendimos los décimos en verano", detalla Reyes.
En Combarro (Pontevedra)
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En una peluquería de Combarro (Pontevedra), estaban encantados —bueno, encantadas— porque por fin les había tocado algo con un número con el que jugaban siempre la Lotería de Navidad. La alegría les duró muy poco.