Cualquiera puede sentirse afortunado si le toca la Lotería. Gracias al azar, una persona puede ganar una importante suma de dinero de la noche a la mañana sólo acertando una serie de números o resultados. Pero si la probabilidad de ganar en este juego ya es muy pequeña de por sí, parece que en Canadá no es suficiente.
En el país norteamericano, todos aquellos que jueguen a la Lotería tienen que llevar a cabo un reto más si quieren celebrar finalmente el éxito de su suerte: una ecuación. Si, como lees. Para llevarte el premio a casa, Canadá obliga a los ganadores a resolver una operación matemática. ¿Por qué?
La razón lo da la propia legislación del país. Pero el objetivo de la misma no es verificar que ha sido un ser humano, y no una máquina, quien ha dado con la combinación ganadora. Las leyes canadienses estipulan que un sorteo o los juegos de azar no pueden ofrecer una recompensa por ganar.
Tal y como explica el canal de YouTube 'Half as Interesting', realizar una ecuación matemática es un método para 'saltarse' dichas leyes. Esta práctica se puso en marcha en 1984, cuando un ganador tuvo que resolver la siguiente operación: multiplicar 228x21, sumarle 10.824, dividir entre 12 el número resultante y, finalmente, restarle 1.121.
Con el paso del tiempo, las operaciones que están obligados a realizar los acertantes de la Lotería se han ido simplificando. De esta manera, aunque dar un premio por ganar en un juego de azar es una práctica prohibida en Canadá, resolver un problema matemático sencillo da la oportunidad a aquellos ganadores de llevarse el tan ansiado premio a casa sin que sea por "casualidad".