Cada Diada, cada Sant Jordi o cada día especial en Cataluña, además de muchas otras figuras, aparece el mismo rostro: el de la mujer cabezona y sonriente que sale en todos los cupones de los sorteos de Loteries de Catalunya bajo la nomenclatura de La Grossa. La Grossa es un sorteo autonómico que se celebra en esta comunidad autónoma desde hace un tiempo y en el que siempre se ve a la misma señora, a esa 'Grossa' que mucha gente no sabe quién es.
La mujer que está tras los sorteos de La Grossa, también del de Cap d'Any que se celebra cada año el 1 de enero o el sorteo del día de San Juan, es Roser Arenas, quien fue jueza de paz en la localidad barcelonesa de Alella. Aunque ahora se ha hecho más famosa gracias a los sorteos, lo cierto es que en Alellas ya lo era antes: con solo 50 años, la Colla de Gigantes y Cabezudos del pueblo realizó, allá por 1986, un cabezudo inspirado en ella. ¿Por qué? Porque allí es tradición hacer cabezudos como homenaje a personas relevantes y queridas, según explicaba el jefe del grupo, Sergi Moreno, en 'Ara'.
Cuando ocurrió, Roser Arenas se resistió porque consideraba que no se lo merecía, aunque después reconoció que le hacía "mucha ilusión", a ella y a toda su familia. Y fue en el año 2013 cuando, después de hacerse famosa en su pueblo, le confirmaron que su cabezudo sería el protagonista de la campaña publicitaria del nuevo sorteo de la lotería autonómica catalana, La Grossa de Cap d'Any. "Te ves allí en televisión y hace gracia", bromeaba hace años.
Para Alella, además, es motivo de orgullo que uno de sus cabezones sean imagen de un sorteo, porque se trata de una tradición que, en aquel momento, estaba "en horas bajas". Roser Arenas, exjueza de paz, implicadísima en la vida asociativa del pueblo y también participante de la coral de Alella, falleció en 2014, un año después de ser elegida la imagen de los sorteos autonómicos.
Si bien al principio iba a ser la imagen de La Grossa de Cap d'Any, Roser Arenas se convirtió en 'la Gorda' de todos los sorteos extraordinarios: ondea la senyera catalana cuando llega el sorteo especial de la Diada y regala rosas cuando se celebran los sorteos especiales de Sant Jordi.
Sin embargo, esta mujer que en vida aseguró que mucha gente le recordaba su parecido con Angela Merkel, no es tan bien recibida por todo el mundo. Cuando fue elegida para protagonizar este sorteo, se criticó la elección de una mujer llena de joyas, "típicas de los años sesenta del siglo pasado", que poco o nada tenía que ver con la tendencia a la igualdad de género de la actualidad.
En un artículo en 'El País', Teresa Crespo criticaba cómo la figura de Roser Arenas evocaba a "las señoras del siglo pasado con elevados recursos económicos, esposas de señores importantes, que visitaban a los pobres y practicaban la beneficencia con una sonrisa vacía que no transmitía ni reflexión, ni inteligencia, ni capacidad decisoria, ni acción consciente, ni voluntad para transformar un mundo que les era favorable, elogiadas a cambio de una limosna".