Teresa Riesgo, secretaria general de Innovación, en una charla con Mamen Mendizábal en METAFUTURO sobre los límites de la inteligencia artificial (IA), ha advertido que las mujeres "no podemos convertirnos en unas usuarias de los elementos, debemos ser protagonistas. Y protagonista significa que tenemos que ser desarrolladoras, estar en el centro de ese trabajo, que además es un trabajo bastante divertido y creativo".

Riesgo se ha mostrado optimista en cuanto al uso que se le está dando a nivel generalista a la IA y ha asegurado que se está utilizando para cosas "que no nos damos ni cuenta, pero que nos solucionan la vida". La secretaria general ha puesto como ejemplos la medicina o la lucha contra el cambio climático. Eso sí, ha destacado que en el desarrollo de la tecnología es clave no dejar a nadie atrás.

"Es fundamental que no dejemos a la mitad de la población atrás ni a las personas que tienen más dificultades porque no contamos con ellas para hacer esos desarrollos", ha sostenido en referencia a las personas mayores o a aquellas con dificultad para manejarse con la tecnología. "No podemos hacer interfaces solo pensadas para menores de 30 años. Esto tiene que ver con el diseño conceptual y estratégico", ha añadido.

En su opinión, el problema principal es que "la inteligencia artificial es como educar a un niño si uno parte de malas premisas al final todo eso se amplifica". Riesgo se ha referido a los sesgos de género y ha explicado que las premisas de inicio de la IA es la información que existe en las redes, que tiene un sesgo y esto es un problema muy difícil de corregir. "El otro problema es quién lo entrena y cómo lo entrena. Debe haber diversidad entre los desarrolladores".

Por otro lado, la transparencia en el ámbito de la IA se presenta como un desafío complejo que, en la visión personal de Riesgo, exige un enfoque internacional. "Esta competencia debería ser algo de acuerdo internacional", ha destacado durante su intervención en METAFUTURO. Para Riesgo, estos no son retos que puedan ser efectivamente abordados en silos nacionales dada la naturaleza global y transfronteriza de esta tecnología: "Es difícil poner puertas al campo”, ha añadido.