Un accidente de Thierry Neuville acerca a su tercer triunfo a Ott Tänak

El Rally de Ypres sigue haciendo valer su fama como una de las pruebas más difíciles de la temporada, o al menos la que más trampas oculta, ayudando a hacer olvidar a los aficionados esa salida de la carrera de Alemania del calendario, la cual cumplía también con ese perfil de prueba veraniega sobre asfalto que suele estar caracterizada por los cambios de grip. Con Kalle Rovanperä fuera a las primeras de cambio tras un accidente en el TC2, parecía que la situación quedaba completamente allanada para los Hyundai oficiales, sin embargo, ese prometedor doblete provisional de ayer se ha convertido hoy en tensión entre los compañeros y el abandono del gran favorito a la victoria.

Nada ni nadie parecía poder apartar a Thierry Neuville de repetir el triunfo que consiguió hace un año en este mismo escenario. El gran héroe local terminó la etapa del viernes con cuatro scratchs consecutivos y, tras un breve impasse en el arranque del día, donde cedería esa primera plaza en manos de Tänak, el ritmo que imponía el belga, sumado a los problemas de transmisión del Hyundai i20 N Rally1 del estonio al final del bucle le permitirían crear un colchón que antes de las últimas dos especiales del día le permitían contar con un margen de 17 segundos sobre Tänak y más de 20 respecto a Elfyn Evans.

Para entonces, ya había gasolina en la hoguera de los de Alzenau, ya que después de hablar de esos problemas de transmisión en su unidad, Neuville respondería que, si su compañero estaba teniendo problemas, entonces él iba “a tres cilindros”, en lo que parecía más un ataque frontal que una indirecta en tono de humor. Quien sabe si esta situación se le dio la vuelta y cuando más cerca parecía su primera victoria en 2022 Thierry cometería un error en el TC15 que le obligaría a abandonar.

Neuville se dejaba el vértice en una curva de izquierdas que estaba muy sucia en el interior, lo que le llevaba directamente a la cuneta, con grandes daños en la zona delantera derecha y un pinchazo. Según el propio piloto, los problemas no eran terminales, sin embargo, tomaba la decisión de abandonar y renunciar finalmente a ese liderato que pasaba entonces a estar en manos de Ott Tänak, el cual conseguiría ampliar los poco más de tres segundos de ventaja que llegó a tener respecto a Elfyn Evans a un margen de 8,2 segundos cuando todavía restan las cuatro especiales de este domingo.

Tercero pasaba a ser Esapekka Lappi, el cual se quedaba sin rivales delante y detrás, después de que Craig Breen también tuviera un accidente muy parecido al de Neuville y al de Rovanperä en el primer bucle de este sábado. Con el irlandés fuera de carrera, Lappi se quedaba sin contrincante directo, teniendo más de un minuto de desventaja respecto a Tänak y contando con casi dos minutos de renta sobre el duelo que a su vez están disputando Oliver Solberg y Adrien Fourmaux.

Para el francés, que se había mantenido por delante del sueco hasta la penúltima especial del día, la novedad estaría cuando los comisarios lo penalizaban con 20 segundos por llegar con dos minutos de retraso al control horario, en este caso retrasado por el intenso tráfico presente en el enlace y por haber sido posteriormente detenido por la policía al estar adelantando. Fourmaux es a estas alturas el único Ford Puma Rally1 entre los 10 primeros, ya que en el mismo tramo en el que Breen sufriría su vuelco (con posterior conato de incendio) también se había salido Gus Greensmith, derivando en importantes daños en la parte trasera de su unidad.

Takamoto Katsuta se haría por su parte un hueco entre los seis primeros tras una etapa de remontada para el japonés después de los problemas en la caja de cambios que le afectaron durante este viernes. El piloto del equipo Toyota Next Gen tendría que lidiar con los persistentes fallos de la parte híbrida durante el sábado, pero eso no le ha impedido superar a los primeros clasificados en WRC2, con Stéphane Lefebvre por delante de Andreas Mikkelsen, Yohan Rossel y Grégoire Munster, hijo del excampeón belga de rallies Bernard.

Porsche 956: una leyenda de Le Mans que, técnicamente, podía correr boca abajo