Carlos Sainz firma con MINI en busca de su tercer Dakar

Con dos Dakar bajo el brazo y 56 años era como mínimo una duda razonable si Carlos Sainz pensaría en la retirada. Pero el madrileño aún siente la llamada del Dakar. Dos opciones se presentaban ante sí: Toyota o MINI. La vía japonesa era sin duda romántica, regresar a la marca que le dio sus dos títulos mundiales en el WRC. Pero finalmente el Matador se ha decantado por una estructura de plenas garantías en el Dakar como X-Raid.

No sólo Sven Quandt conoce el Dakar como la palma de su mano y cuenta con el aval de sus cuatro triunfos entre 2012 y 2015, sino que además MINI lanzó el año pasado la apuesta por los buggies. El estreno de los MINI JCW de dos ruedas motrices fue muy discreto, pero ante un Dakar 2019 que se disputará íntegramente en tierras peruanas y sobre miles de kilómetros de dunas ello representa una ventaja técnica importante.

Y es que no se puede olvidar que no sólo Carlos Sainz tiene un prestigio enorme a la hora de desarrollar coches, sino que además viene de ganar el Dakar con un dos ruedas motrices como era el Peugeot 3008 DKR. Si a esa ventaja teórica por el terreno en el que se disputará la próxima edición se le suma la experiencia del madrileño, X-Raid podría tener entre manos la combinación ganadora frente al Toyota Hilux 4x4 de la competencia.

Además todo indica que Sainz no desembarcará solo en la estructura de Sven Quandt. La prensa francesa también coloca a Stéphane Peterhansel y Cyril Despres en la órbita de MINI, en lo que sería el regreso de Monsieur Dakar a la misma. Hay que recordar que antes de fichar por Peugeot, Peterhansel conquistó dos ediciones del Dakar con MINI, quedándose con la miel en los labios en una tercera frente a Nani Roma.

Así pues, todo empieza a quedar dispuesto para una guerra MINI-Toyota, en la que un equipo de lujo al volante de los buggies germanos intentará seguir evitando que Toyota conquiste su primer triunfo en el Dakar.