Centímetros Cúbicos
Corvette Racing regala diversión y un final de infarto en las 24 horas de Daytona
Corvette Racing regala diversión y un final de infarto en las 24 horas de Daytona
Publicidad
Una diferencia de 34 milésimas de segundo. Esto fue lo que separó la primera de la segunda posición en la categoría GTLM -GT Le Mans- de las 24 horas de Daytona que se disputaron el pasado fin de semana en el legendario circuito norteamericano. Una diferencia ridícula tras una batalla no siempre directa entre los dos Chevrolet Corvette oficiales que solo se resolvió en el último momento. De hecho, los coches amarillos no comenzaban la carrera ni siquiera como favoritos. Los nuevos y brillantes Ford GT atrayeron inicialmente toda la atención del público y de la prensa pero tras un comienzo espectacular, los problemas técnicos les dejaron sin opciones de obtener la que habría sido una gran victoria en su retorno al mundo de la competición. De esta forma, los Corvette quedaban como auténticos candidatos a la victoria final. Espectaculares como poco, estos coches contaban con la experiencia de tener un rodaje en circuito pero eso era algo de lo que sus rivales de Porsche también podían presumir. A falta de media hora, el Porsche número 912 con Earl Bamber al volante encabezaba la clasificación con el Corvette número 4 de Oliver Gavin justo detrás. Mientras tanto, tras su último paso por boxes, Antonio García venía más rezagado pero con unos tiempos por vuelta más rápidos. [embed] [/embed] Habría sido muy fácil en esas circunstancias sucumbir a la tentación de pedir prudencia a los pilotos. Con el Porsche como rival "de verdad", lo importante habría sido centrarse en adelantarle. Y una vez consiguieron adelantarle, lo lógico habría sido recurrir a las órdenes de equipo para asegurar algo tan valioso como un doblete en las 24 horas de Daytona; un caramelo demasiado apetitoso como para resistirse a él. Pero alguien entendió que la paciencia y la fe podían traer algo incluso mejor. La decisión fue la de dejar que sus pilotos lucharan por posición sin ningún tipo de orden desde el muro de boxes. Mientras Antonio García venía con neumáticos frescos y un ritmo más rápido, Oliver Gavin contaba con la posición física. Estar delante permite aplicar una defensa férrea que impida que el rival consiga adelantar y quedarse en cabeza. Y durante los últimos quince minutos, eso fue exactamente lo que hizo el británico. La lucha, de lo mejor que se ha visto nunca en las 24 horas de Daytona, aunque finalmente Antonio García se quedó con las ganas a pesar de una recuperación de última hora cuando nadie esperaba un ataque final. La victoria fue a parar a manos de Oliver Gavin, Tommy Milner y Marcel Fässler justo por delante -y esta vez, literal- de sus compañeros de equipo. Una carrera emocionante a todos los niveles tuvo un final estratosférico gracias a Corvette. ¡Que sean muchos más!
Publicidad