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Dakar 2018: ¿Qué hace un Buggy de MINI en mitad del Océano Pacífico?
Dakar 2018: ¿Qué hace un Buggy de MINI en mitad del Océano Pacífico?
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Apenas llevamos completadas cinco etapas de este Dakar y mientras que Toyota se mantiene al acecho con tres de sus coches, a la espera de ver qué nos depara la batalla entre Stéphane Peterhansel y Carlos Sainz, MINI y el equipo alemán X-Raid han visto completamente hipotecadas sus opciones de lograr un podio en la carrera sudamericana que este año transcurre por Perú, Bolivia y Argentina. El fabricante británico, junto a la formación dirigida por Sven Quandt ha sido la dominadora de la carrera después de que Volkswagen Motorsport decidiera echar el cierre a su programa oficial en el Dakar con los Race Touareg que pilotaron entre otros Giniel De Villiers, Nasser Al-Attiyah, Robby Gordon, Jutta Kleinschmidt, Carlos Sainz o Mark Miller. MINI tomó el mando de la prueba, repartiendo entre el propio Al-Attiyah, Stéphane Peterhansel y Nani Roma todos los Dakar previos a la irrupción de Peugeot Sport y su adecentado 2008 DKR16. Tras dos años de dominio y después de quedarse en blanco durante la pasada edición del Dakar, sin ninguna victoria de etapa y con todos sus coches fuera del podio, X-Raid y MINI se propusieron arriesgar para tratar de logran reverdecer los laureles de cara a la carrera de este año. El regreso de la arena de Perú les obligaba a desarrollar un nuevo buggy (pilotado por Mikko Hirvonen, Yazeed Al-Rajhi y Bryce Menzies) que no se quedará atrás respecto a los Peugeot en el fuera pista, mientras que para Nani Roma y Orly Terranova apostaban por los 4x4, el remozado MINI All4 Racing que desde enero de 2017 pasó a llamarse MINI John Cooper Works Rally. El inicio fue prometedor. Menzies, experto en Bajas norteamericanas y en Trophy Trucks, se situaba entre los tres primeros en la corta primera etapa. A partir de ese momento, todo un rosario de accidentes, problemas mecánicos e infortunios les han dejado fuera de la lucha por las victorias antes ni tan siquiera de llegar a la jornada del descanso, la cual se celebrará mañana 12 de enero en la capital boliviana de La Paz. La llegada del desierto del Ica dejó muy pronto mermada la presencia de MINI en carrera, siendo Bryce Menzies y Nani Roma los primeros abandonar, ambos por vuelco y lesiones del propio Nani (ya con el alta y pensando en regresar a España para hacerse una revisión completa) y del copiloto del estadounidense. Siendo el equipo con más coches en carrera, se encuentran que, tras apenas seis jornadas, ninguno de los pilotos mantiene opciones solidas de llegar a estar entre los cinco primeros, algo que terminó de confirmarse durante la quinta etapa, el mismo día en el que Sébastien Loeb abandonaba la carrera por la fractura del coxis de su copiloto, Daniel Elena, después de un fuerte golpe al caer en una duna con el Peugeot 3008 DKR Maxi. En el caso de Mikko Hirvonen se vivió una situación muy similar a la del que fuera su gran rival en los tramos del Mundial de Rallies. El finlandés tuvo un gran golpe en una de las dunas y se hizo mucho daño en el cuello, tanto que hubo momentos en los que ni siquiera podía conducir. En primera velocidad durante el inicio de la especial, el buggy de MINI se quedó atascado hasta en tres ocasiones y ya cede más de 4 horas respecto a Peterhansel. En la general, Jakub Przygonski es el mejor representante después de cinco días de esta 40ª edición del Dakar, en su caso a más de dos horas y cuarto. Sin embargo, fue Yazeed Al-Rajhi el que nos dejó la imagen más incomprensible durante la jornada del miércoles. El saudí, que ha conseguido grandes actuaciones en el pasado dentro de la carrera, se encontraba bordeando el Océano Pacífico hacia el final del recorrido. Sólo había dos caminos posibles, eligiendo en el caso del piloto de MINI las huellas más cercanas al agua en lugar de recorrer el camino a mayor altura. Una de las olas sorprendió a Yazeed, el cual perdió el control del 4x2 de X-Raid y terminó en el agua. Sin poder traccionar en la arena mojada, tuvo que esperar a la llegada de Garafulic para que le ayudará a salir del embrollo, mientras que Hirvonen se encargaría de remolcar al otro JCW Buggy que sobrevive a esta primera semana de Dakar 2018. Recordemos que en la edición de 1998, en este caso en el Lago Rosa de Dakar, fue Jean-Louis Schlesser el que protagonizó una situación similar. https://twitter.com/dakar/status/951173990680285184
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