La debacle de Toyota sitúa a los tres Hyundai al frente del Acrópolis

El Rally Acrópolis ha heredado esa vitola de ser una de las pruebas más duras del calendario actual del WRC y buena muestra de ello ha sido esta jornada del viernes que ha pasado prácticamente por encima de todos los vehículos de la categoría reina. Con un recorrido total de apenas 305 kilómetros competitivos dividido en 15 especiales y tres días, esta primera etapa ya iba a ser una absoluta criba especialmente entre los Rally y en especial un golpe a las opciones de Toyota de llevarse el Mundial.

Seis tramos para empezar el día y tres duros golpes los que iban a encajar en el seno del equipo defensor del título. Los hombres de Jari-Matti Latvala verían cómo Takamoto Katsuta tenía que abandonar en el TC3 después de haber dañado una de sus ruedas cuando se encontraba en segunda posición detrás de Ott Tänak, mientras que Elfyn Evans comenzaba la mañana pinchando en el primer recorrido y a partir del TC2 comenzaría a padecer problemas con el turbo.

El galés, que al principio de la temporada parecía ser uno de los tres grandes candidatos al título intercontinental, ha ido poco a poco diluyéndose y este problema con la presión del turbo en el arranque de la cita helena parecía ser el último golpe en la línea de flotación para Evans. Más de ocho minutos cedidos en el primer bucle y una posición fuera de la lucha por los puntos. Elfyn sólo podía pensar en continuar, regresar a la asistencia para reparar y tratar de sumar el máximo número de puntos posible el domingo entre el ‘Super Sunday’ y la Power Stage.

Para Toyota quedaba un último varapalo antes de terminar el día. Si Sébastien Ogier parecía estar preparado para afianzar su liderato tras el TC4, también problemas con el turbo le llevaron a ceder la primera posición a Ott Tänak tras el TC5, antes de ceder otros dos minutos en la última especial del viernes que le llevaban a caer a la cuarta posición justo detrás de un podio que está completamente ocupado por los pilotos oficiales de Hyundai Motorsport.

Ott Tänak es primero cuando todavía restan nueva tramos entre sábado y domingo para terminar, contando con 21,8 segundos de margen sobre Dani Sordo y 45,2 segundos respecto a Thierry Neuville, aunque todo apunta a que el piloto cántabro podría tener que ceder su posición al belga para que este maximice el número de puntos cosechados antes de viajar a Chile de cara a conseguir su primer título Mundial.

Sébastien Ogier por su parte terminaba el día lanzando unas explosivas declaraciones contra su principal rival actualmente por el título del WRC después de que el piloto de Hyundai se quejara hace unos rallyes de abrir pista como líder del Mundial: “Le hemos sacado 45 segundos en cuatro especiales, tal vez debería dejar de llorar y aprender a pilotar primero en la pista”.

El veterano piloto galo tira de batalla dialéctica en busca de desestabilizar a su rival, teniendo en cuenta los 27 puntos que separan a ambos en la general y que actualmente Thierry está por delante en la tabla de tiempos en Grecia. No tardó en haber respuesta del exF1, Cyril Abiteboul diciéndole a Ogier que estuviera atento a la clasificación y a la Gala de la FIA de este diciembre.

Por su parte, M-Sport Ford también perdió una gran oportunidad cuando Adrien Fourmaux tuvo que retirarse por problemas en la suspensión delantera después de un violento aterrizaje tras un salto. El piloto galo era el rival más cercano a Ogier tras el primer bucle, pero con su abandono dejaba a Grégoire Munster como único piloto del equipo entre los 10 primeros, concretamente séptimo Robert Virves y Sami Pajari, los dos primeros de la clase del WRC2. La tercera unidad del Ford Puma Rally1, en manos del veterano Gentleman Driver, Jourdan Serderidis, está lejos de ser competitivo en estas condiciones.

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