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El renacimiento de la tracción trasera en el mundo de los rallyes
El renacimiento de la tracción trasera en el mundo de los rallyes
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Siempre de lado, do it sideways, la línea recta no es divertida… Esos son algunos de los muchos eslóganes de todos aquellos aficionados a la tracción trasera. La propulsión desapareció del Mundial de Rallyes con la aparición de la tracción total y del famoso quattro de Audi. Primero con el Grupo 4 y posteriormente con el Grupo B, la firma de los cuatro aros puso de moda los 4x4 y a partir de la irrupción del S1 tan sólo algunos modelos sueltos como el Ford Sierra, el Lancia 037 o el Renault 5 han mantenido el ‘todo atrás’ más como una seña de identidad que por una decisión competitiva. Sin embargo, de un tiempo a esta parte ha habido algunos equipos y preparadores que han buscado el regreso de la tracción trasera, gracias en gran parte a la creación de copas o trofeos especialmente reservados para ellos. La Federación Internacional creaba a finales de 2014 una Copa FIA R-GT, con un calendario de pruebas pertenecientes al WRC y ERC, destinada a vehículos de mayor potencia que los World Rally Cars y otro tipo de ventajas técnicas, pero con la única limitación de que debía ser de propulsión. Precisamente con esta normativa nació el primer R-GT, el Lotus Exige R-GT, cuyo paso fue fugaz al sufrir numerosos problemas eléctricos y un rendimiento que estaba lejos de ser suficiente como para plantar cara a los S2000 de tracción total y menos de 300 CV de potencia. Trabajando con el experimentado piloto italiano Luca Rossetti y Bernardo Sousa el coche contaba con motor central V6 cuyo rendimiento estaba limitado por una admisión bridada a 34 mm de diámetro. El coche además de pesado (1.200 kilógramo) y torpe en curva, no contaba con la entrega potencia adecuada por un reglamento demasiado restrictivo. Sólo una carrera duró, el Rali Vinho de Madeira valedero para el ERC, antes de que Lotus International Team decidiera echar el cierre. Otro equipo oficial decidía tomar el testigo. Toyota, por medio de su brazo deportivo con sede en Colonia, Alemania, salía a la luz tras años lejos de los rallyes para presentar el que hasta ahora es el único coche de la categoría R3 con tracción trasera (por reglamento se limita únicamente a que sea tracción simple). El GT86 se convertía en el coche perfecto para ello, aprovechando su motor bóxer de 1.998cc y 238 CV de potencia para sólo 1.080 kg de peso. Un coche que a buen seguro podrá medirse a los R3 de tracción delantera sobre el asfalto y que además contará con una Copa Monomarca en Alemania, cuyo premio, además de económico, también permitirá un día de test con el Yaris WRC. Viendo el escaso éxito que había tenido su propuesta para la vuelta de los GT’s a los rallyes internacionales, la FIA abrió la mano y permitió que equipos privados homologaran sus propios coches. Obviamente, Porsche se convertía en el coche que mejor se adaptaba a dicha categoría e incluso, equipos privados como Tuthill Motorsport encontraban el negocio en la preparación de los 997. Vehículos de 420 CV de potencia para 1.270 kilógramos de peso han hecho que más de uno haya vuelto a los rallyes después de décadas alejados de las especiales. Lástima que se haya limitado su uso al asfalto, único terreno en el que los R-GT pueden acercarse al rendimiento de los nuevo R5, porque verlos en tierra con esa potencia sería sinónimo de mucha diversión. Precisamente, una reglamentación similar ha permitido que el Campeonato de España de Asfalto se haya mantenido con vida durante el último lustro, veremos qué sucede el próximo año con ellos. En el futuro, se espera la llegada de más variedad. ¿Qué aficionado al Mundo de los rallyes no ha soñado con ver un Aston Martin o un Ford Mustang por los tramos de medio planeta? No perdáis la esperanza, quizás estemos más cerca de verlos de lo que pensáis. Por ahora en nuestro país ya ha surgido el Subaru BRZ Pentacar, de similares características al Toyota GT86 y dirigido al novedoso Campeonato Multidisciplinar. Lo que está claro es que la tracción trasera ha sido durante mucho tiempo historia de los rallyes, con modelos tan recordados como el Stratos o los Escort Mk.I y Mk.II. Coches capaces de hacer levantar a los aficionados de sus asientos gritando de júbilo. Algo, que lamentablemente los coches de tracción total no han logrado en estos más de treinta años.
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