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Fórmula 4: ¿Acierto o error?
Fórmula 4: ¿Acierto o error?
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En 2015 se estrenó algo que la FIA tenía muchas ganas de promover: la nueva idea de Fórmula 4 que bajo una serie de dictados estandarizados se ha extendido como la pólvora alrededor del mundo. Aunque hay algunos certámenes en particular que han destacado por encima de los demás, la realidad es que la Fórmula 4 tiene ahora campeonatos auspiciados por la FIA en todas partes. ¿Es por lo tanto un acierto o por el contrario es un error? La teoría dice que la Fórmula 4 ha sido un éxito. Así lo certifican los varios campeonatos bajo el paraguas de la FIA: el japonés, británico, alemán, chino, méxicano, australiano y del norte de Europa. Son siete campeonatos con cantidades variables de coches en pista. Los precios han sido suficientemente asequibles y los monoplazas son lo suficientemente asequibles como para que "cualquiera" que viene del karting pueda subirse sin pasarlo mal. Pero no es oro todo lo que reluce y cuando la Fórmula 4 tiene éxito y funciona de maravilla, aparecen una serie de preocupaciones que por otra parte son lógicas, teniendo en cuenta de dónde venimos en el mundo del automovilismo y hacia donde parece que nos estamos dirigiendo. La Fórmula 4 es una de las categorías más asequibles dentro del mundo del motorsport. Pero no es ni mucho menos barata. Para competir, sigue siendo necesario tener una enorme cantidad de dinero o el apoyo de una -o varias- empreas que estén dispuestas a pagar la fiesta a cambio de aparecer en la carrocería del coche. Y sin entrar en la filosofía de si está bien que unos adolescentes -unos "niñatos", a veces- deban ser responsables de cientos de miles de euros, la realidad es que los precios siguen siendo altos. Hace varios años existían los campeonatos nacionales de Fórmula 3 -quedan pocos hoy en día-. Eran competiciones populares, con un precio muy asequible, una interesante cantidad de tiempo en pista y una curva de aprendizaje que separaba a los buenos pilotos de aquellos que eran más mediocres. Las listas de inscritos eran grandes pero el talento -y a veces el dinero, claro- se encargaban de dejar fuera de parrilla a los más lentos. La Fórmula 4 cuesta hoy en día una cantidad de dinero por la que en su día se estaba en la Fórmula 3. Se aprendía más, se pasaba más tiempo en pista y se ganaba más en términos de currículo. ¿Hasta qué punto está bien la Fórmula 4 en lugar de revitalizar el parque de Fórmula 3 nacionales? Para la FIA es el negocio del siglo -aunque también es cierto que el actual siglo lleva solo 15 años-. Hay más carreras, más promotores contentos, más circuitos usados durante más fines de semana y una curva más suave. Luego, los pilotos llegan más preparados a categorías intermedias. Pero el precio es un profundo cambio de la escalera desde el karting hacia la Fórmula 1 -o hacia cualquier otra categoría de alto nivel-. El tiempo dirá si la Fórmula 4 ha acertado aunque será esencial que los precios no se disparen. De momento, la historia dirá que algunos campeonatos cuentan con tantos inscritos que en algunos casos se volverá a ver a pilotos que llegan el jueves y se van el viernes, antes de las carreras. Pero también que tan alto número de pilotos hace que a menudo las carreras sean un caos con muchísimas salidas del coche de seguridad y más vueltas con carrera neutralizada que en competición. En 2016, España tendrá su propio campeonato, auspiciado por la FIA y bajo la dirección de Koiranen GP, un equipo finlandés con sede cerca del Circuit de Barcelona-Catalunya que se encarga de la organización de la Fórmula 4 NEZ -norte de Europa-. El futuro es interesante aunque aún está por ver si nuestro país puede atraer la cantidad de talento y dinero necesarios para que una Fórmula 4 florezca.
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