Lamborghini presenta el SC63 LMDh, el prototipo que peleará por Le Mans

Una nueva era en la resistencia. Aunque la reglamentación Le Mans Hypercar ya se remonta al año 2021, es cierto que no ha sido hasta 2023, año de la llegada de Ferrari y de Vanwall con sus LMH, de la presencia de Peugeot o de los estrenos de los LMDh de Porsche y Cadillac que no se ha terminado de constatar que realmente estamos ante lo que parece ser una nueva era dorada de la disciplina. Si bien la edición del centenario ha sido especial, la entrega de 2024 de las 24 Horas de Le Mans promete serlo aún más a tenor de las confirmaciones de los nuevos contendientes.

Primero fue BMW la que dijo que sí llevaría su prototipo a la próxima edición de la carrera francesa. Paralelamente, Isotta Fraschini trabajaba de forma incansable en darle seriedad a su proyecto también en un LMH, el cual todavía requerirá de la aprobación de la FIA, algo que por ejemplo para Vanwall se hizo de rogar durante varios años. Alpine optaba por aprovechar la antesala de Le Mans para mostrar su A424_β LMDh, mientras que Lamborghini ha preferido esperar un poco más y ha sido en el marco del Festival de Goodwood cuando ha optado por mostrarnos las primeras imágenes del que es el proyecto deportivo más exigente de su historia.

Se estrena en la cita británica el Lamborghini SC63 LMDh, un prototipo de competición que entrará en acción oficialmente la próxima temporada y que tendrá dos unidades en activo, una en el Campeonato del Mundo de Resistencia y la otra en las series norteamericanas del IMSA, donde también coincidirá con otros Le Mans Dayton hybrid como son el Porsche, BMW, Acura y el Cadillac.

Se espera que Lamborghini dispute íntegramente el WEC, disputando ya la primera fecha que se realizará en marzo en Sebring, mientras que del WeatherTech Sportscar se espera que no estén en la partida, las 24 Horas de Daytona, asistiendo por primera vez a Sebring como primera carrera en Estados Unidos. A partir de ahí, el equipo Iron Lynx, que será el responsable de gestionar ambas unidades, planea competir en todas las fechas del IMSA que sean consideradas de larga duración o de ‘resistencia’, por lo que se espera que, además de Sebring (fecha que ya no será doble con el WEC viajando en este caso al COTA de Austin), se espera que también estén presentes en 2023 tanto en Petit Le Mans, como en Indianápolis y Watkins Glen.

Entre los pilotos ya confirmados, Lamborghini ha anunciado cuatro competidores, entre los que figuran los dos experimentados Mirko Bortolotti y Andrea Caldarelli a los que se suman los dos expilotos de Fórmula 1, Romain Grosjean y Daniil Kvyat, los cuales también están dando sus primeros pasos en la disciplina. El nombre del resto de componentes será anunciado a lo largo del año.

La decisión de entrar en ambas competiciones de resistencia radica en que además de enfrentarse allí a rivales directos fuera de los circuitos y de internarse en otros mercados, Lamborghini también justifica esta opción como la alternativa perfecta para promocionar su nueva etapa en la gama de productos, la cual se electrificará por completo de cara a 2024 y contará con al menos un representante híbrido de cada modelo que la marca tiene en el catálogo.

Si a ello le sumamos que se cumple el 60 aniversario de la compañía con sede en Sant’Agata Bolognese, los tiempos eran perfectos para intentarlo. El haber elegido el LMDh en lugar del LMH responde evidentemente a unos requisitos económicos inferiores al no tener que afrontar el desarrollo desde cero del chasis y de la parte híbrida del tren motriz, algo que esta estandarizado en dicho conjunto de normas. Si es de nueva concepción el ICE, representado por un motor V8 biturbo de 3.8 litros de capacidad, el cual ha sido desarrollo completamente desde cero a tenor de la información que nos ha facilitado la propia Lamborghini.

Se dan varias peculiaridades en la parte técnica, comenzando porque el propulsor tiene una configuración ‘Cold V’, lo que supone que han separado los dos turbos de los bloques de los cilindros para mejorar la refrigeración y bajar lo máximo posible el centro de gravedad. Además de suspensiones push-rod en el tren delantero, Lamborghini ha optado por una imagen muy característica, decorada por ese color verde Mantis que acaricia unas angulosas formas que ya hemos visto en algunos de los grandes superdeportivos de la firma italiana. No pueden faltar los grupos ópticos con ese lenguaje de diseño en forma de ‘Y’, así como la peculiar presencia de un conducto NACA en la parte lateral que recuerda al también empleado por el Lamborghini Countach. Todo un guiño a la historia de una marca icónica.

Nace la Porche Taycan Cup, una suerte de de carreras “Time Attack” de la firma de Stuttgart