Lewis Hamilton gana en medio de la debacle de Ferrari

Carrera con el asfalto seco, al igual que la celebrada hace una semana en el mismo escenario, el Red Bull Ring, pero con un guion distinto a la prueba loca que vivimos el pasado domingo. El resultado era el mismo, con la segunda victoria de la temporada para Mercedes-AMG F1, en este caso la primera para Lewis Hamilton y la 85ª de su carrera deportiva, mientras que Valtteri Bottas retenía el primer lugar en la clasificación general después de terminar segundo y completar el doblete de la firma de la estrella.

Sería una carrera dominada por Hamilton desde la primera plaza de la parrilla, en la que lo más emocionante entre los primeros puestos se centró en la remontada de Valtteri Bottas y en la necesidad de que Verstappen se sobrepusiera a unos pequeños daños en su ala delantera para mantener una posición en el podio. El finlandés haría una estrategia maratoniana, desembarazándose muy pronto de Sainz y parando en boxes más tarde que el holandés de Red Bull para llegar al final de la carrera con la goma más fresca. Por delante, Hamilton tuvo un domingo muy tranquilo, dominando la carrera y quedándose ya a solo seis victorias de Michael Schumacher.

La salida dejaba retratada la actual crisis que sufren los Ferrari. Charles Leclerc se tiraba al interior en la curva tres después de recuperar algunas posiciones en salida (ayer era penalizado con tres plazas por obstruir la vuelta a un piloto en Q2), encontrándose con Sebastian Vettel y golpeándole lateralmente al alemán, lo que le arrancaba el alerón trasero del SF1000 del tetracampeón, mientras que Leclerc debería entrar a cambiar el delantero.

No había oportunidad para más, ya que, si bien el abandono de Vettel parecía evidente al tener completamente destrozados los soportes del spoiler, la catástrofe se completaba cuando Leclerc tenía que decir adiós solo unos minutos más tarde al comprobar que era demasiado peligroso seguir en carrera con el suelo del monoplaza tan dañado.

Tampoco tuvo demasiada suerte Carlos Sainz, después de que un problema en su parada en boxes lo hiciera perder muchos segundos y posiciones, algo que le llevaba también a destrozar el juego de compuesto medio y tener que afrontar la última parte de la carrera con una filosofía distinta, incluso entrando otra vez para poner de nuevo los blandos e intentar la vuelta rápida para sumar el punto extra.

Era su compañero el que se volvía a erigir como protagonista tardío. Lando Norris afrontaba la carrera con fuertes dolores provenientes de la espalda, pero aun así conseguiría recomponerse y después de que Sainz obedeciera las órdenes de equipo y le dejara pasar, comenzaría con una cabalgada durante las últimas 10 vueltas que le llevaría a dar caza al grupo de Stroll y Ricciardo a falta de dos vueltas para la bandera a cuadros.

Por delante, el doblete estaba ya cerrado para Mercedes-AMG F1 y Verstappen se quedaría sin vuelta rápida, algo que tendría el honor de hacer un Carlos Sainz que terminaba noveno y con el récord de la pista. Tras ellos, Albon sujetaba a duras penas la cuarta posición con el segundo de los Red Bull después de tener un toque con Checo Pérez, el cual dañaría el alerón delantero y vería cómo Norris desde atrás le terminaría levantando la quinta plaza, teniendo que conformarse el mexicano con la sexta entrando con el mismo tiempo que Lance Stroll y por delante del único Renault superviviente, el de Daniel Ricciardo. Cerraría las posiciones de puntos el primero de los AlphaTauri, el de Daniil Kvyat.

Buen rendimiento sin premio para Racing Point y Sergio Pérez, una McLaren que sonríe en los circuitos (en la IndyCar también conseguía la pole) en medio de sus problemas económicos como fabricante, Mercedes-AMG confirma su favoritismo con y sin DAS, mientras que Ferrari agudiza su crisis luchando por no meterse en la mitad de tabla al mismo tiempo que sus pilotos se auto-eliminan entre ellos.