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Los cinco modelos del Dakar más exitosos
Los cinco modelos del Dakar más exitosos
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En el foco de todos los aficionados al automovilismo debido a la ausencia de otras competiciones más allá de la Fórmula E, el Dakar promete acaparar todo el protagonismo hasta que a finales de enero dé comienzo otra temporada del WRC con el Rallye de Monte-Carlo. El Rally-Raid más duro del planeta, y el más famoso e icónico, cuenta ya con más de 35 años de historia y durante todos ellos se han sucedido las anécdotas, sonrisas, lágrimas por la tragedia e incluso los mitos, tanto en el caso de los pilotos, como en el de los coches.
Peugeot 205/405 T16 Grand Raid:
25 años después de su última participación en el Dakar, Peugeot regresaba a las dunas. La firma del león tiene un pasado exitoso en esta mítica prueba. Buena muestra de ello son los 205 T16 Grand Raid y el 405 T16. En aquellos momentos, la marca gala encontró en la prueba africana el mejor lugar para reciclar sus Grupo B un año después de la desaparición de estos. Algo más domesticado para aguantar las exigencias de una prueba de dos semanas, el propulsor era capaz de entregar 380 CV para un modelo del que se conocía sobradamente su rapidez y que fue preparado para resistir cada bache, cada piedra del camino. El 205 T16 continuaba con su racha victoriosa y se llevaba los triunfos en el Dakar de 1987 y 1988 con dos de los finlandeses voladores: Ari Vatanen y Juha Kankkunen. La victoria de KKK no estaba en los planes. Vatanen, que en aquella edición ya participaba con el 405 T16, fue descalificado después de que le robaran el coche en Bamako y le pidieran 100.000 dólares para recuperarlo. El sustituto del compacto ya era un coche construido específicamente para los raids. Los 400 CV de potencia, unas suspensiones capaces de absorber cualquier irregularidad del terreno y una fiabilidad envidiable les dieron los triunfos de 1989 y 1990 con Ari Vatanen al volante. La primera de esas dos victorias la decidió la diosa fortuna, o lo que es lo mismo, una moneda lanzada al aire por Jean Todt.Citroën ZX Rally Raid:
Tal y como pasaría años después con el Mundial de Rallyes, Citroën heredó la tradición exitosa de Peugeot Sport. Con un concepto completamente distinto a los 205 y 405 T16 Grand Raid, el ZX Rally Raid más cercano a los buggies y con una cifra de 300 CV de potencia consiguió sumar cuatro triunfos totales y múltiples victorias de etapa. Ari Vatanen con uno y Pierre Lartigue con lo que en fútbol se denomina como ‘hat trick’, dieron a Citroën sus primeras grandes gestas en el automovilismo de competición. Las continuas evoluciones que sufrió el ZX consiguieron extrapolar sus victorias en el Dakar a otras pruebas de la Copa del Mundo Cross Country gracias a su versatilidad.Mitsubishi Pajero/Montero:
Hablar del Dakar y no nombrar a la firma de los tres diamantes sería prácticamente un delito capital. Mitsubishi fue la única firma capaz de frenar el dominio de los equipos franceses, en este caso con el Pajero Proto de 350 CV y que a base de rapidez consiguió los triunfos en 1992 y 1993 con Hubert Auriol (triplete incluido en el podio en Ciudad del Cabo) y de Bruno Saby un año después. Sin embargo, sería a partir de 1997 cuando los nipones demostrarían su poderío con cuatro triunfos en seis años gracias a la llegada de la normativa T2 y la fiabilidad del motor V6 del Pajero EVO. En este caso, Mitsubishi sí supo entender el reglamento, algo que no lograría con los World Rally Cars del Mundial de Rallyes, y con Shinozuka, Fonteany, Masuoka y Jutta Kleinchsmidt (única mujer que ha ganado un Dakar) consiguió vencer en las ediciones del 97, 98, 2001 y 2002. Lo mejor estaba por llegar. El MPR fue capaz de dominar la prueba off-road más dura del planeta durante cinco años consecutivos frente a otros equipos con carácter oficial como Nissan, Volkswagen o los BMW construidos por X-Raid. Tres triunfos para Stéphane Peterhansel, otro para Masuoka y uno más para el ex-esquiador Luc Alphand firmaban la racha más exitosa de una marca en el Dakar hasta la llegada de MINI. Aun ostentan el honor de haber sido el último equipo capaz de ganar la prueba en el continente africano.Volkswagen Race Touareg:
A Volkswagen le costó mucho dinero y mucha 'chapa' conseguir conquistar esta icónica prueba y a pesar de ello, y de los grandes nombres que tenían como pilotos, tan sólo fueron capaces de ganarla cuando la prueba se disputó por primera vez sobre suelo americano. Tras la cancelación de la edición de 2008 por la inestabilidad política en África, El Dakar se trasladaba al otro lado del charco y con él se cambiaba la filosofía de carrera, pasando de lucharse por la victoria contando las diferencias en horas a pasar a medirlas únicamente en minutos. En estas condiciones el Race Touareg Evo 2 demostró adaptarse a la perfección, permitiendo a tres pilotos de características completamente distintas vencer a su volante en tres años consecutivos. Los de Wolfsburgo supieron aprovechar a la perfección la crisis económica que en esos momentos sufría Mitsubishi y el resto de marcas asiáticas y el pobre rendimiento del MRX permitió a Volkswagen dominar la primera etapa de la carrera en otro continente. Primero Giniel de Villiers (aprovechando el accidente de Carlos Sainz por un problema en el ‘road book’) y posteriormente el piloto madrileño le dieron las victorias al Evo 2, mientras que en 2011 sería Nasser Al-Attiyah el que conseguía con el Evo 3 sumar su primer tuareg tras una cruenta lucha con el propio Sainz que incluso estuvo a punto de sacar de quicio al experimentado bicampeón del WRC. Ningún equipo privado estaba preparado para poder batir a estos 4x4 de chasis tubular, 300 CV de potencia y un 0 a 100 km/h en apenas 6 segundos.MINI All4 Racing:
Cuando todo el mundo pensaba que iba a ser imposible ver una firma que hiciera olvidar a Mitsubishi o Volkswagen, X-Raid y sus MINI tomaron el mando de la prueba. Prácticamente nadie presagiaba al ver el rendimiento de los X5 y X3CC que esos 4x4 con silueta de Countryman iba a tener tanto éxito pero sus cuatro victorias consecutivas entre 2012 y 2015 lo refrendan y su vitola de favoritos para la de 2016 no deja ningún lugar a la duda. Contar con Stéphane Peterhansel en el equipo fue prácticamente un seguro de vida, gracias a su regularidad frente a la rapidez y fogosidad de otros pilotos, y la estructura de Sven Quandt ha ido creciendo año tras año, ampliando así sus posibilidades de victoria. Con Nani Roma y Nasser Al-Attiyah se confirmaba que el MINI con motor bi-turbo diésel de 315 CV también podía ganar sin Peterhansel, incluso si eso le costaba la separación del que había sido hasta el momento el patrocinador principal del equipo, Monster, que rompía la relación tras ver al qatarí ganar con un All4 Racing vestido por los colores de Red Bull. X-Raid ha basado en la tracción 4x4, la fiabilidad y la rapidez en las etapas tipo rally la clave de su éxito. Ahora que su talón de Aquiles se ha visto reducido con la desaparición de muchos kilómetros de desierto y que los días en altitud cobran importancia, son más favoritos que nunca para lograr igualar a Mitsubishi y sus cinco tuaregs consecutivos.Publicidad