Max Verstappen gana la Sprint que acabó con choque entre españoles

Si la Fórmula 1 abriera tras la carrera al sprint una encuesta entre los nueve primeros clasificados para encontrar a quién había resultado satisfecho con lo ocurrido en las 19 vueltas de este sábado por la mañana, seguramente sólo iba a encontrar a tres pilotos que reconocieran abiertamente que sí habían terminado con una sonrisa: los dos Red Bull y un Lewis Hamilton que puso algo de luz en su negativo arranque de campaña al terminar segundo en el regreso de Shanghái al calendario, uno de sus circuitos fetiche al contar ya en él seis victoria.

Precisamente el de Mercedes aprovechó la mala salida de Lando Norris, autor de la pole para la carrera corta y se situó primero al llegar a la primera curva. El McLaren naranja papaya trataba de aguantar por el exterior para tener ventaja en la curva tres por el interior, sin embargo, el delicado estado del asfalto, todavía húmero por las lluvias caídas durante toda la noche del viernes al sábado, deparó que tuviera un trallazao que terminó por hundir a Norris en la clasificación hasta la séptima posición.

Parecía complicado que Lewis Hamilton pudiera escaparse, pero lo intentó, primero sacando a Fernando Alonso del DRS y después rodando unas cuantas vueltas en tiempos muy rápidos hasta que la degradación comenzó a aparecer. Para entonces, Max Verstappen, que partía cuarto en carrera pero que se situó tercero tras el error de Norris, ya estaba a la caza del Aston Martin con el dorsal #14, mientras que Hamilton se quejaba amargamente de que su Mercedes se resistía a la hora de girar en las curvas más lentas.

No tardó en cometer un error en la frenada de la recta de atrás, punto en el que Verstappen le comió el último segundo a la diferencia y se preparó para lanzar el ataque en esa misma vuelta. Contundente, el neerlandés se fue en solitario hacia su octava victoria en las carreras al sprint, sabedor de que sigue teniendo la ventaja de su mano de que el RB20 es el mejor monoplaza en parrilla en cuanto a gestión de neumáticos. Terminar la carrera con 13 segundos de ventaja en una prueba programada a sólo 19 vueltas y saliendo desde segunda fila ya es una toda una demostración de fuerza. Hacerlo después de haber sufrido durante las primeras vueltas por el despliegue de la batería y resistiendo los ataques de Carlos Sainz, lo es aún más.

Precisamente para los dos pilotos españoles fue un resultado amargo. Después de que Alonso se quedara sin la estela de Hamilton y tras no poder tampoco aguantar el DRS de Verstappen, el asturiano comenzó a sufrir una vez más con el desgaste de gomas traseras de su AMR24. Viendo cómo se estaban formando los trenecitos de DRS y que detrás suyo estaban los dos Ferrari, Checo Pérez y Lando Norris, Alonso trató una y otra vez de defenderse de Carlos Sainz con un uso magistral de nuevo de la batería, especialmente en la larga recta de atrás.

Lo logró hasta llegar a las últimas cinco vueltas, cuando Carlos Sainz decidió atacar en la frenada de la curva seis por el exterior e intentarle la contratrazada para salir con más tracción. El de Ferrari lo lograría en parte, llegando a la curva siete de izquierdas ligeramente por delante, pero por el exterior. En ese punto se produciría un contacto entre el alerón delantero del Ferrari y el neumático derecho de Alonso, lo que desembocó en una investigación de la maniobra por parte de los comisarios que está actualmente vigente y un pinchazo para el piloto de Aston Martin que finalmente le obligaría a abandonar.

La lucha entre los dos españoles se mantuvo todavía en un par de frenadas más algo que terminó permitiendo a Checo Pérez adelantar a ambos y quedarse con la tercera posición, mientras que Leclerc adelantó a Sainz también tras una lucha férrea entre los dos compañeros de equipo que también incluso derivó en un contacto. Con el monoplaza dañado, Sainz no tuvo opciones de defenderse del monegasco y se limitó en aguantar los pocos envites que tuvo de parte de su amigo, Lando Norris, sexto finalmente por delante de Oscar Piastri y de un George Russell que tuvo una ganancia de posiciones muy limitada a pesar de haber montado el blando. Noveno, a las puertas de los puntos, Zhou, el gran ídolo local y el sexto piloto de los nueve primeros que seguramente no quedó del todo satisfecho con el resultado en su carrera al sprint.

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