FERNANDO ALONSO FUE TERCERO
Max Verstappen se lleva la victoria en Australia en medio de la polémica y los abandonos
Como era de esperar el Gran Premio de Australia nos dejó una de las pruebas más animadas de lo que llevamos de temporada aprovechando que ahora afrontaremos tres semanas sin Fórmula 1. La victoria sería para Max Verstappen, seguido en el podio por Lewis Hamilton y Fernando Alonso
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Se esperaba un agitado Gran Premio de Australia y finalmente así ha sido. La llegada a la primera carrera clásica de la temporada, nos dejaba una preciosa batalla por el podio, aderezada por una gran cantidad de sorpresas, todo un reguero de abandonos y hasta tres banderas rojas. Sería Max Verstappen el que volvía a conseguir el triunfo, no sin polémica, la cual incluso involucraba a los dos pilotos españoles que sufrirían un toque en la segunda resalida.
El primero de los golpes lo iba a encajar Ferrari. La salida vio como Max Verstappen cedía posiciones con un RB19 que de nuevo parecía ser vulnerable en la arrancada como ya se pudo ver con Pérez en Jeddah. Los Mercedes pasaban al ataque, superaban al de Red Bull e incluso Carlos Sainz se insinuaba ante lo que podía ser un adelantamiento a su excompañero de equipo. Con el neerlandés mezclado en ese grupo de cabeza, fue normal que se produjeran algunos toques, en este caso protagonizado por Lance Stroll y Charles Leclerc.
El monegasco se salía en la curva tres después de un pequeño contacto con el Aston Martin , con su Ferrari yéndose directamente a la grava de la escapatoria de la que ya no podría volver a salir. Segundo cero en tres carreras para Leclerc y un agujero en la clasificación general que lo sitúa ante una remontada casi imposible cuando afrontamos ese primera parón de tres semanas. Primer coche de seguridad muy temprano y ya la constatación de que no iba a ser un gran fin de semana para la Scuderia.
No tardaríamos en ver el segundo golpe de efecto cuando Alex Albon se iba en la chicane rápida del segundo sector y su Williams se quedaba cruzado en mitad de la trazada. De nuevo parecía que todo se iba a resolver con un coche de seguridad, con Mercedes y Ferrari moviéndose rápidamente para hacer el cambio de neumáticos de George Russell y Carlos Sainz, pero finalmente dirección de carrera tomaba la decisión de hacer ondear la bandera roja para poder retirar el coche de los de Grove y reparar las protecciones, por lo que esa audaz estrategia quedaba tirada por tierra ya que el reglamento permite elegir la goma con la que vas a afrontar el relanzamiento de la carrera.
Pasaba más de media hora de las siete de la mañana en la España peninsular cuando apenas descontábamos 9 vueltas de las 58 a las que estaba programado el Gran Premio. Lewis Hamilton salía desde el primer cajón de la segunda parrilla, seguido en este caso por Max Verstappen y Fernando Alonso. De nuevo el bicampeón de Red Bull no iba a poder estar en condiciones de pelear en esos primeros metros, llegando incluso a ser atosigado por el AMR23 del asturiano.
Las posiciones se mantuvieron estables hasta que Verstappen ya estuvo en disposición de atacar a Hamilton, haciéndolo de forma más que contundente en la primera ocasión que tuvo oportunidad. El gran favorito ya comandaba la carrera con prácticamente todos los pilotos montando el compuesto duro y la necesidad de gestionar durante casi medio centenar de vueltas el neumático hasta ver la bandera a cuadros.
Con Checo Pérez regalando un catálogo prácticamente interminable de adelantamientos desde el fondo de la clasificación, el único capaz de rivalizar con él en espectacularidad sería el propio Carlos Sainz, capaz de recuperar plazas a un gran ritmo desde la mitad de la clasificación hasta las posiciones delanteras. Uno a uno, el madrileño fue desembarazándose de los pilotos que lo separan de las cinco primeras posiciones, ayudado también por el abandono de un George Russell al que el motor Mercedes le decía basta cuando afrontaba el último sector del circuito australiano.
Las llamas que brotaban del escape anunciaban que el Gran Premio de George se había terminado en ese punto, algo que nos dejaba sin otro contendiente de esas cuatro escuderías de cabeza, mientras que Verstappen lideraba con comodidad y Lewis Hamilton se concentraba en mantener siempre a raya a un Fernando Alonso que de nuevo había gestionado las ruedas en los primeros giros después de la relanzada de la bandera roja. Todos los pilotos parecían marcarse de muy cerca, incluso un corajudo Pierre Gasly que se mantenía a espaldas de Sainz durante buena parte de la carrera y que incluso sería capaz de distanciarse respecto a un Lance Stroll que no estaba en el ritmo de su compañero de equipo.
La carrera entraba en esos momentos en un valle en el que cualquier error podría costarte una posición o pasar a tener otro monoplaza en distancia de DRS, sin embargo, a falta de una decena de vueltas, todo el mundo se despertaba al ver a Max Verstappen ceder tres segundos de golpe, en este caso tras irse a la hierba en la penúltima curva de Albert Park. No sería una pérdida dramática, y prácticamente de forma instantánea conseguiría recuperar esos segundos a base de vueltas rápidas, sin embargo, sí que era un aviso ante las sorpresas de última hora que se podían dar.
Y así sería. Kevin Magnussen se iría contra el muro y dañaba la suspensión trasera derecha. La goma se desprendía de la llanta y quedaba en medio del asfalto, mientras que el danés se detenía de forma segura en la curva 4. Al igual que lo sucedido con Albon, primero se anunciaba la presencia del coche de seguridad y posteriormente se confirmaba la bandera roja, con una resalida desde parado para disputar las dos últimas vueltas del Gran Premio de Australia.
Y a partir de ahí el caos. Todos los pilotos querían ganar posiciones, en el caso de Verstappen retenerlas. Max conseguía aguantar la primera plaza en su mejor salida de lo que va del año, pero la acción se producía detrás de él. Sainz tocaba a Alonso en la primera curva con el asturiano trompeando, los dos Alpine se enganchaban y se iban contra el muro abandonando los dos, Lance Stroll se iba a la grava, Checo Pérez caía posiciones tras irse fuera y Logan Sargeant con Nyck De Vries también se iban a la escapatoria. Una absoluta locura que finalmente quedaba prácticamente sin efecto ya que se tomaba la referencia previa a la hora de volver a ordenar la carrera después de ver la segunda bandera roja
Fernando Alonso retenía su tercera posición después de recordar por radio lo ocurrido en el pasado en el Gran Premio de Gran Bretaña, también con Checo Pérez (autor de la vuelta rápida y "Piloto del día" para los aficionados) o Lance Stroll recuperando sus plazas en las posiciones de puntos. Los grandes damnificados no serían otros que los dos Alpine, los cuales abandonaban y no podían hacer esa última vuelta para completar finalmente las 58 del total.
No había lugar a más cambios entre los cuatro primeros, con la segunda victoria de Max Verstappen en 2023 (a falta de confirmación), seguido en el podio por Lewis Hamilton y Fernando Alonso (tercera vez en el tercer cajón del podio) y cuarto Carlos Sainz... hasta que los comisarios anunciaban una sanción de cinco segundos para el madrileño que le dejaban fuera de la zona de puntos. Lance Stroll heredaba su posición, seguido de Checo Pérez, Lando Norris, Nico Hülkenberg, Oscar Piastri, Guanyu Zhou y Yuki Tsunoda.
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