La mejora de McLaren en este tipo de curvas que amenaza la supremacía de Red Bull

A Red Bull le ha salido otro rival. Silverstone presenció el resurgir de McLaren con un segundo puesto para Lando Norris y un cuarto para Oscar Piastri. Los monoplazas papaya volaron sobre el trazado inglés confirmando así las buenas sensaciones con las que salieron del GP de Austria. La victoria fue de nuevo para Max Verstappen, eso es verdad. Pero la distancia se vio reducida hasta los tres segundos, y eso que el piloto británico de los de Woking llevaba neumático duro por el blando que 'calzaba' el holandés.

La escudería británica introdujo en el Red Bull Ring un gran paquete de mejoras. Unas actualizaciones que se presentaban únicamente en el coche de Norris que acabó la carrera en cuarto lugar por delante incluso de Fernando Alonso. Este paquete introducía en su monoplaza una nueva entrada de pontones, un nuevo suelo, unas nuevas rejillas de refrigeración, una nueva cubierta motor y un nuevo suelo. En resumen, los de Zack Brown cambiaron medio coche. Las modificaciones implementadas tenían una clara inspiración en los monoplazas de Red Bull y Aston Martin.

En Silverstone se amplió el número de novedades de McLaren. Nueva suspensión trasera, alerón delantero y nuevo morro para pulir aún más lo presentado en Austria. Y dio sus frutos. Aunque el monoplaza de Piastri no incluyese el nuevo alerón delantero, el australiano pudo cuajar una actuación espectacular, clasificando tercero y finalizando cuarto la carrera tras la mala fortuna con el safety car. Por su parte, Lando plantó cara al todopoderoso Verstappen. Se puso primero tras la salida, arrebatándole la primera posición al bicampeón que vio como hacía drifting. Aún así no fue suficiente, pero la mejora de los coches papaya es muy notable y son el equipo que más cerca ha estado de cosechar un triunfo.

Incluso en declaraciones previas a la celebración en el podio pudimos ver como Hamilton y Max comentaban a Norris que su monoplaza iba "increíblemente rápido en curva rápida". Una sensaciones que, tras la carrera, corroboró el jefe de equipo de McLaren, Andrea Stella: "Definitivamente hay un patrón, curvas de alta velocidad, condiciones frías, neumáticos blandos, entre otros del compuesto C3 (como en Barcelona). A nuestro coche le gustan. La parte trasera encuentra un buen agarre de forma natural, que puede faltar cuando rodamos en condiciones más cálidas".

Norris y los "terribles" problemas del MCL60

No todo son sonrisas para los de Woking. Pese al gran desempeño del MCL60 en curva rápida, McLaren aún tiene una cuenta pendiente: la curva lenta. "Tenemos un coche mediocre, y cuando digo mediocre quiero decir bastante terrible, en las curvas de baja velocidad", afirmaba el piloto británico. Este "terrible" problema del monoplaza papaya condiciona las aspiraciones de los ingleses de cara a la próxima carrera en Hungaroring. Un trazado donde la mayor parte de sus curvas son lentas.

"Siento que la gente se emociona y lo acepto, pero vamos a ir a un par de circuitos próximamente en los que estoy seguro de que la gente va a decir: '¿Qué ha pasado ahora? ¿Cómo ha ido tan mal de repente?'", comentaba el 4 de McLaren. Que la situación ha mejorado para ellos es innegable. Han superado a Alpine en la clasificación del mundial de constructores situándose quintos. No obstante ya advierten de que su desempeño dependerá mucho del tipo de trazado, coincidiendo así con las declaraciones de Fernando Alonso.

McLaren se une a la fiesta de la zona media-alta de la parrilla y comenzará a competir de tú a tú con Aston Martin, Mercedes y Ferrari. A partir de Hungría veremos cómo las posiciones de podio empiezan a cambiar, dejando una situación muy entretenida para el espectador. Eso sí, hasta que Verstappen no gane el campeonato del mundo de pilotos el primer cajón, salvo sorpresa, lleva escrito su nombre.

Conocemos la mítica carrera de Le Mans de la mano de Porsche