Después de media temporada de la F2, el piloto neerlandés es líder destacado y busca llegar a la categoría reina.
Mitad de curso en la Fórmula 2: Nyck de Vries, buscando unirse a Max Verstappen
Los pilotos de los programas de jóvenes talentos de la Fórmula 1 mandan en la categoría de plata.
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Parece una ironía pero en una Fórmula 2 con más pilotos que nunca pertenecientes a los programas de jóvenes talentos de los equipos de Fórmula 1, el líder destacado es un Nyck de Vries que vuela por libre. La larga historia del piloto neerlandés llamado a la grandeza antes de que Max Verstappen fuera un nombre conocido en el automovilismo podría culminar el año que viene con algún volante en la máxima categoría. Pero para ello, antes debe cerrar un título de F2 que con medio campeonato por delante aún no está hecho. El piloto de ART Grand Prix manda en puntos y en consistencia y en las seis rondas restantes buscará ganarse otro hueco para el primer Gran Premio de los Países Bajos de F1 en 35 años.
La historia de Nyck de Vries merecería un artículo a parte pero en resumidas cuentas, este piloto neerlandés llegó a ser visto como el gran campeón de futuro de McLaren y el primer piloto de su programa de jóvenes talentos. A lo largo de los últimos ocho años, este menudo neerlandés con cara de niño se ha buscado un huevo en el automovilismo y de gran promesa pasó a simplemente ‘promesa’ antes de añadirse el prefijo ‘eterna’. Siempre apoyado por McLaren, siempre en buenos equipos, siempre con buenos resultados… pero nunca sin acabar de dar el último paso. Para ello, hizo falta que el equipo de Woking le dejara abrir las alas por su cuenta (vamos, echarle del McLaren Young Driver Programme). Max Verstappen le evitó en su llegada al automovilismo para no perjudicarse mutuamente y hasta la actualidad ambos disfrutan del patrocinio de la cadena de supermercados Jumbo.
En uno de los coches de ART Grand Prix, con suficiente experiencia en la categoría y gracias en parte a un vacío de talento claro en la Fórmula 2 a causa de las grandes escaladas de años recientes, De Vries siempre iba a ser favorito. Quizás por ello ha tenido que poner un empeño especial en 2019. Ganar no era suficiente, había que brillar. Después de las primeras seis rondas de la temporada, De Vries ha hecho más o menos lo que se esperaba de él. Piloto de cabeza fría, ha sido más eficiente que dominante. 'Solo' tres victorias le avalan pero dos de ellas llegaron en Mónaco y Francia en un momento crucial de la temporada. No es infalible pero siempre está ahí. Es más de lo que puede decirse de sus rivales habituales, Nicholas Latifi y Sérgio Sette Câmara, asociados a Williams y McLaren respectivamente.
Latifi empezó el año fortísimo pero después de un horrible fin de semana en Monte Carlo, parece haber perdido el brillo de las primeras carreras. Por su parte, Sette Câmara es veloz pero aún no tiene la regularidad suficiente. Los casi 40 puntos entre el líder y su más inmediato perseguidor le dan al primero un buen colchón. Pero en la Fórmula 2, las cosas pueden cambiar. Si lo hacen, ello deberá depender de los candidatos principales antes mencionados pero también de los pilotos del UNI-Virtuosi, dos pilotos con situaciones muy distintas pero igualmente interesantes. Luca Ghiotto es uno de los hombres más veteranos del campeonato y al igual que De Vries, suele estar arriba… pero parece faltarle el último paso. Por contrapartida, su compañero Guanyu Zhou es una de las sorpresas de esta temporada.
El piloto chino encabeza la lista de pilotos debutantes diez carreras del total de doce disputadas en los puntos, además de una impresionante racha de ocho carreras seguidas sumando a su casillero. Por el momento lleva tres podios y es sexto en la general, demostrando que su caída de la Ferrari Driver Academy y posterior ingreso a la Renault Sport Academy le han sentado bien. Se trata de uno de tantos debutantes interesantes a los que prestar atención. Destacó también Anthoine Hubert con dos triunfos de carreras sprint con parrilla invertida a pesar de pilotar un Arden (Tatiana Calderón aún no ha puntuado) y un Mick Schumacher cuyo mayor punto de interés está en sus manos más que en los resultados, algo pobres después de un complicado inicio de temporada.
Schumacher tuvo un buen primer fin de semana en Bahréin y una buena recuperación en la segunda carrera de Bakú tras un error en la primera. Sin embargo, fue víctima de la fogosidad de otros pilotos tanto en Barcelona como en Paul Ricard, mientras en Mónaco su agresividad le perjudicó. A pesar de estos altibajos, en el Red Bull Ring protagonizó una estupenda remontada desde el décimoctavo puesto hasta el cuarto en la carrera corta del fin de semana. Está claro que hay manos, aunque su décimo tercera posición en la general deja poco espacio para lograr algo remarcable más allá de un plausible noveno o décimo puesto final. Su objetivo será pelear por el título en 2020. Mientras tanto, todos los ojos en Nyck de Vries. El líder de la general solo falló a su cita con los puntos en una ocasión y en un campeonato tan ajustado, esa puede ser la clave del título. ¿Será suficiente para subir a la Fórmula 1?
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