El piloto finlandés logró en 1997 la única victoria mundialista de la marca japonesa en España
Mitsubishi, Tommi Mäkinen y una victoria única en el Rally Catalunya de 1997
El Rally Catalunya de 1997 vivió una victoria especial de Tommi Mäkinen, con rivales inesperados y protagonismo de los pilotos españoles.
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El Rally Catalunya ha sido, históricamente hablando, una prueba conocida por su velocidad y por la superficie de asfalto que permitía que los 'Kit Car' dieran ocasionalmente algún susto a los WRC. Es por ello que los coches ganadores de este evento han sido habitualmente aquellos que mejor funcionaban en asfalto, lo que perjudicó en términos generales a los Subaru y los Mitsubishi. De hecho, la marca de los tres rombos solo ha ganado una vez, en un evento de 1997 marcado por el buen hacer de Tommi Mäkinen pero también por el desafío de algunos pilotos menos esperados.
Cuando el WRC llegó a España para la quinta prueba del mundial de 1997, Tommi Mäkinen era ya líder de la general con 18 puntos después de haber ganado en Portugal. Tras el finlandés, Colin McRae tenía 13 puntos por 12 de Carlos Sainz. Con el permiso del alemán Armi Schwarz con 11 puntos, Kenneth Eriksson y Piero Liatti les seguían con 10, aunque solo el italiano iba a estar en esta prueba... siendo de hecho solo su segunda aparición de la temporada. Entre los principales candidatos a la victoria estaban los protagonistas del mundial; Mäkinen y Nittel por Mitsubishi, McRae y Liatti con Subaru y Sainz y Schwarz con Ford...
Nadie apostaba por los Kit Car con los Peugeot 306 Maxi de François Delecour y Gilles Panizzi pero en el primer tramo del rally, estos dos pilotos fueron precisamente los más veloces. También destacó Jaime Azcona, segundo piloto español en la general con un buen arranque al ser octavo. Algo más atrás, Oriol Gómez estaba en el top 10 con su SEAT Ibiza. La primera jornada siguió con la misma historia, con los 306 Maxi mostrando un importante potencial y con Azcona subiendo brevemente hasta el sexto puesto como primer español en la general. Aún así, Delecour no pudo aprovecharse de ello a causa de problemas técnicos que le hicieron perder tres minutos.
Tampoco acabó especialmente bien el primer día un Panizzi que en el último tramo de la jornada perdió dos minutos, cediendo el liderato a McRae, con apenas un segundo de ventaja sobre Liatti y doce sobre Mäkinen. Mientras tanto, Sainz sufría con una quinta posición incluso por detrás del italiano Medeghini y apenas quince segundos por delante de su compatriota, Azcona. El segundo día dio comienzo con un intento de reacción de los 306 Maxi, mientras Liatti tomaba la cabeza de la prueba y Mäkinen lanzaba su ataque sobre los Impreza. La falta de ritmo de Medeghini permitió que los españoles subieran hasta la cuarta y quinta posición respectivamente, pero desafortunadamente la mecánica del Escort no permitió que Sainz siguiera en la lucha por posiciones destacadas, cayendo hasta el duodécimo puesto.
De esta forma, a un tramo de terminar el segundo día, Azcona ocupaba una excelente cuarta posición a 27 segundos de un Panizzi que había encadenado buenos registros para tirar hacia adelante una remontada espectacular. En cabeza, la diferencia de un segundo entre Liatti y Mäkinen dejaba una situación perfecta para disfrutar de un duelo espectacular el domingo. Esta mejoró incluso más al ser algo más rápido el finlandés en el décimo tercer tramo, empatando el tiempo global con Liatti y entrando en la última jornada sin un segundo entre ellos. Desafortunadamente, también hubo cambios para un Azcona que perdió dos minutos y fue a parar a la novena posición.
Desde el primer momento del domingo, Mäkinen se sintió más cómodo que Liatti y en la primera especial del día tomó un liderato que ya no soltó hasta el final de la prueba. Mientras tanto, los Peugeot seguían rindiendo a un ritmo espectacular que mostraba su condición de favoritos de no haber sido por los problemas sufridos en sus respectivas situaciones. En cuanto a la lucha por la victoria, todo parecía decidido hasta que en el penúltimo tramo Liatti formó parte de un triple empate con McRae y Delecour en primera posición, reduciendo la ventaja de Mäkinen en seis segundos. Esto dejaba al italiano a solo cuatro del líder con un tramo para el final.
En esta última oportunidad, Tommi Mäkinen entendió la necesidad de tomar un riesgo de más en pos de la pelea por el título y logró el último ‘scratch’, sumando tres segundos a su ventaja y ganando el rally por siete sobre un Piero Liatti con sentimientos encontrados, satisfecho por el trabajo hecho pero decepcionado por un resultado que pudo haber sido mejor. El podio lo completó el primer Peugeot con Gilles Panizzi a tres minutos y nueve segundos del ganador, dando problemas a un Colin McRae incapaz de batallar con el francés. El escocés se conformó con el cuarto puesto.
La zona de puntos la completaron Angelo Medeghini y Rui Madeira con los antiguos Subaru Impreza, beneficiados por la exclusión de Delecour. A punto estuvo de salir ganando Jaime Azcona, que al final solo pudo ser séptimo y se quedó a las puertas de los puntos aunque con la satisfacción de ser el primer español en la línea de meta. Carlos Sainz fue décimo. El mundial no daba ningún vuelco, aunque Mäkinen ignoraba que esa actuación en el último tramo del Rally Catalunya Costa Brava iba a salvar su segundo título…
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