EL EQUIPO ESTARÍA AJUSTANDO LA ALTURA DE LA QUILLA
Red Bull está detrás de la 'triquiñuela' móvil descubierta por la FIA
Ha sido una de las noticias más comentadas del pasado miércoles: un equipo estaría variando la altura de la quilla entre clasificación y carrera a través de un dispositivo móvil que no estaría permitido.
Publicidad
Red Bull parece haber levantado la mano. Este miércoles se informaba desde Estados Unidos, sede del próximo Gran Premio de Fórmula 1, que la FIA estaba estudiando cómo reforzar las inspecciones que se realizan al elemento de los monoplazas conocido como quilla o T-Tray, esa bandeja que se puede ver por debajo del cockpit, a la altura de las piernas de los pilotos.
Según otros equipos había sospechas de que alguna de las escuderías era capaz de modificar la altura respecto al suelo de este elemento mientras el monoplaza estaba en régimen de parque cerrado, algo que evidentemente está prohibido por reglamento. En principio, uno de los mecánicos del equipo podría manipular algún elemento que permitía que el ángulo de este dorsal delantero variase, ajustándolo de la configuración baja destinada a generar más carga aerodinámica en clasificación, a una más alta ya preparada para carrera, con ese peso extra que supone llevar los litros de combustible necesarios para cubrir la distancia de un Gran Premio.
La FIA avanzaba que estaba estudiando introducir algún tipo de sello para asegurarse que dicho elemento no se movía en ningún monoplaza, sin embargo, el órgano federativo no dirigía sus acusaciones a ningún equipo en concreto, algo que aclaró un portavoz a preguntas del medio anglosajón, Autosport: “Cualquier ajuste en el espacio libre del dorsal delantero durante las condiciones de parque cerrado está estrictamente prohibido por las regulaciones. Si bien no hemos recibido ninguna indicación de que algún equipo emplee un sistema de este tipo, la FIA sigue vigilante en nuestros esfuerzos continuos por mejorar la vigilancia de este deporte”.
Apenas un día después, Red Bull Racing parece haber finalmente reconocido que eran ellos el equipo que disponía este sistema en su RB20 de ajuste de altura de la quilla. Según las informaciones de la BBC, la escudería con sede en Milton Keynes habría mantenido conversaciones con la FIA respecto a dicho dispositivo, aunque aclaraba que a pesar de su existencia: "es inaccesible una vez que el coche está completamente ensamblado y listo para funcionar”.
Tal y como comenta el equipo, se estaría afrontando un proceso de modificaciones como resultado de estas conversaciones con el organismo rector y tras las quejas que surgieron aparentemente en el pasado Gran Premio de Singapur, cuando algún equipo rival pudo constatar la existencia de dicho dispositivo en el RB20 al haber repasado la documentación de ‘Open Code’ que todos los equipos tienen que poner a disposición de la FIA para que el resto de estructuras puedan certificar que no se realiza ningún tipo de triquiñuela.
No parece que por el momento se haya planteado la posibilidad de una sanción económica o penalización de índole deportiva a Red Bull Racing por emplear dicho elemento móvil y la defensa del equipo parece que girará en torno a que con el monoplaza ensamblado en parque cerrado, este dispositivo no podría accionarse.
Publicidad