Una pelea entre candidatos inesperados en el 2000 se resolvió en Gales a favor de Grönholm, con su primer título
Richard Burns gana y Marcus Grönholm se corona en el RAC Rally del 2000
Recordamos la edición del 2000 del Rally de Gales, en la que Richard Burns se llevó la victoria batiendo al nuevo campeón, Marcus Grönholm.
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El Campeonato del Mundo de Rallies vive en 2018 una situación parecida a la que se vivió hace ya casi dos décadas, en el primer año del tercer milenio (o el último del segundo, según a quien se le pregunte). Un campeón y dos aspirantes. Hoy son Sébastien Ogier, Thierry Neuville y Ott Tänak. En aquel entonces, Carlos Sainz, Richard Burns y Marcus Grönholm. Incluso la marca del campeón es la misma, Ford, aunque no las otras. En el 2000, todo se resolvió en la última prueba de la temporada, el RAC Rally de Gales.
Después de un mundial trepidante con seis ganadores distintos, la situación antes del décimo cuarto y último rally del año se planteaba con Marcus Grönholm como líder con 59 puntos, por delante de Richard Burns con 50 y Carlos Sainz con 43.El mundial era cosa de dos y con muchas opciones para el finlandés. En Australia, el doblete de los aspirantes junto a los ceros de Carlos Sainz y Colin McRae había dejado a estos dos últimos sin opciones donde antes las tenían todas.
Pero si algo ha tenido siempre el mundo de los rallies, es esa capacidad para sorprender con un abandono inesperado combinado con una victoria del rival que lo descoloca todo. Por eso y por ser el último rally en Gales, todo estaba aún lo suficientemente abierto. En ese sentido, la sorpresa llegó con una primera especial en la que se impuso Juha Kankkunen, piloto de Subaru y primer líder de la prueba por delante de Janne Tuohino y Carlos Sainz. Marcus Grönholm y Richard Burns, empatados en la décimo cuarta posición en esta super especial.
Lascosas tomaron otros derroteros con el primer tramo real, destacando un cada vez más veloz Petter Solberg y un sorprendentemente acertado Gilles Panizzi, especialista en asfalto que ocasionalmente podía tener el día en tierra. En el top 10 estaban también pilotos tan dispares como Sainz, Kankkunen, Didier Auriol… o Markko Märtin, el estonio volador. Los candidatos al título, siempre lejos de los líderes, aunque la reacción de Grönholm y Burns no se hizo esperar. El primero en particular parecía querer sellarlo todo pronto y en la quinta especial era ya líder.
Mientras tanto, Burns seguía sufriendo fuera de los diez primeros, en duodécima posición. La primera jornada acabó con un McRae que supo parar los pies al líder de la general con casi veinte segundos de ventaja, mientras Sainz era tercero a más de medio minuto del segundo clasificado. Mäkinen y Burns completaban un top 5 separado por poco más de 58 segundos, mientras Auriol estaba justo al margen del minuto. El segundo día comenzó ya con la primera reacción de un Burns que por lo menos quería, si no meter presión a su rival, acabar el año de la mejor forma posible.
A lo largo del penúltimo día, Burns estuvo delante de Grönholm en cada uno de los tramos y, ayudado por el abandono de McRae por causa de su enésimo accidente, tomó el liderato de la prueba. A un minuto clavado de Grönholm, Sainz mantenía la tercera posición por apenas tres décimas sobre Mäkinen. Tanto que habían peleado en años anteriores estos dos pilotos, se encontraban claramente batidos por la nueva horneada de talentos que llevaban tiempo cociéndose en el WRC. Entre estos últimos estaba también un Märtin que se acercaba a la zona de puntos en un Corolla.
El último día contaba con solo tres tramos y viendo el ritmo del británico de Subaru, Grönholm decidió levantar el pie para no arriesgarse a perder su ansiado título. En la primera especial del día, se dejó casi 17 segundos con respecto al líder, antes de perder seis más en el penúltimo tramo y veintidós en el último. En total, 45 segundos en una jornada en la que el verdadero premio estaba en el campeonato del mundo para un Marcus Grönholm que estaba a punto de convertirse en protagonista principal del WRC durante la siguiente década.
El podio lo completó Tommi Mäkinen, a apenas nueve segundos y medio del segundo puesto, con Carlos Sainz dieciocho segundos y medio por detrás. Juha Kankkunen y François Delecour completaron una zona de puntos muy veterana, dejando a Markko Märtin séptimo tras batir a Gilles Panizzi en el último tramo del rally en el que se quedó a apenas seis segundos de marcar un 'scratch'. La nueva generación de jóvenes talentos estaba lista para pelear en la zona alta de la tabla.
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