Sébastien Ogier directo a por su segundo triunfo del año con polémica

Con los pilotos de Hyundai Motorsport fuera de la lucha, Sébastien Ogier se tenía que asegurar de mantener a raya a Elfyn Evans durante la jornada del sábado para encarar la tercera y definitiva etapa del domingo con un colchón de tiempo que le permitiera conseguir su quinto triunfo en la cita mexicana. Sin embargo, la imprevisibilidad de la carrera volvía a sorprender a los competidores, comenzando por el propio piloto francés, el cual se encontraba con un pinchazo en el primer tramo del día que le iba a alejar momentáneamente del liderato.

El piloto de Citroën tenía en parte la fortuna de su lado ya que en esa misma especial, Esapekka Lappi sufría un accidente que le llevaba a quedarse cruzado en el camino, con el eje trasero en el aire y sin poder regresar a la competición. El abandono de su compañero de equipo desembocaría en una bandera roja por motivos de seguridad. Una decisión polémica tomada por los responsables de la cita que terminaba beneficiando directamente a un Ogier que llegaba al punto de la salida de pista del finlandés con un pinchazo en la rueda delantera izquierda y temiendo una posible pérdida de tiempo mayor.

Finalmente, solo cedería el liderato por segundo y medio respecto a Kris Meeke, situación que solventaría el de Citroën en la primera pasada por el tramo de Otates, el más largo del Rally de México 2019, en el que precisamente Kris Meeke pincharía la rueda trasera derecha y cedería más de minuto y medio. Ogier volvería a estar al frente de la general y su intención sería la de aumentar la ventaja sobre su ex-compañero en M-Sport, Elfyn Evans. Más de medio minuto de desventaja tras los seis primeros tramos del día, hacían que el piloto galés tuviera que mirar más a la necesidad de retener la segunda plaza frente a Ott Tänak.

La gran pérdida de tiempo de Meeke abría las puertas a que Thierry Neuville pudiera alcanzar la cuarta plaza, justo a espaldas del propio Tänak y con un colchón sobre Kris que se ampliaría después de que el piloto de Toyota se fuera contra las protecciones en una de las superespeciales realizadas en el autódromo de León, error que también cometería Ogier solo unos minutos más tarde después de verse sorprendido por el menor agarre que había respecto a las dos pasadas de ayer. En el caso del piloto galo le haría ceder entre 6 y 7 segundos, nada grave para la importante renta de la que ya disfrutaba.

En cuanto a Dani Sordo, se reenganchaba a la prueba al igual que Andreas Mikkelsen y Jari-Matti Latvala, alcanzando las posiciones de puntos gracias a los problemas de los pilotos del WRC2. Dantesca era la situación del cántabro en Hyundai en el primero de los tramos vespertinos. Mikkelsen debía detenerse en el tramo para que su copiloto se bajara del i20 WRC Coupé y abriera una puerta de uno de los cierres que se encuentran en los caminos. Jaeger debía abrirla, poner una piedra para que se mantuviera abierta y volver a abrocharse los cinturones, repitiéndose una imagen similar a la que sucedió en la edición de 2013 de esta misma prueba con Sébastien Ogier y Julien Ingrassia como protagonistas. El tiempo cedido le será devuelto posteriormente por los comisarios.