Centímetros Cúbicos
Stéphane Ratel, el Señor de los GT
Stéphane Ratel, el Señor de los GT
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En un mundo donde los campeonatos de vehículos GT salen como setas parece impensable que hace 25 años apenas fuera posible ver competir a vehículos de estas características. Los Grupo C dominaban la resistencia y para las carreras al sprint ya estaban los turismos. A finales de los ochenta y principios de los noventa los GT apenas subsistían en categorías teloneras de Estados Unidos y algún ejercicio de marketing puntual, como la participación del Porsche 959/961 en Le Mans o el Desafío Intercontinental que Jaguar organizó con el XJR-15. Gran parte del auge de estos vehículos hay que achacárselo a Stéphane Ratel. Él, junto a Jürgen Barth y Patrick Peter creó el campeonato BPR, embrión del posterior FIA GT en el que camparon a sus anchas los espectaculares GT1 de finales de los noventa. Y cuando decidió ir por su cuenta, SRO se convirtió en el mayor promotor de carreras de GT del mundo. Pueden gustar más o menos su estilo y sus ideas, pero pocos negarán la influencia de Ratel en el automovilismo que conocemos hoy en día. Sin ir más lejos, los GT3 y su ausencia de reglamento técnico fijo, fiándolo todo al reequilibrio de prestaciones (Balance of Performance, ) son criaturas suyas. Y no sólo ha insuflado vida con ellos a sus campeonatos y carreras, sino que incluso sus competidores, como el español Jesús Pareja y su GT Sport o el Automobile Club de l'Ouest, han tenido que resignarse y aceptarlos de buen grado. Algo similar ocurrió con la categorización de pilotos en función de su nivel, . Incluso ha terminado creando certámenes exclusivamente abiertos al multimillonario que desea darse unas vueltas los fines de semana, como el GT Sports Club. También tiene este francés bastante de visionario a nivel de marketing. Él fue de los primeros en darse cuenta del potencial de Asia e hizo visitar China a sus GT hace ya veinte años, inaugurando el primer circuito internacional de China, en Zhuhai. Antes había optado por disputar una carrera urbana en esta urbe bendecida por el estatus de Zona Económica Especial, lo cual facilitaba la invasión de pilotos y equipos europeos. También son dignos de reseñar sus esfuerzos por dotar a todos sus campeonatos de una identidad visual similar, siendo fácilmente reconocible aquel campeonato dependiente de SRO, o su decidida apuesta por internet. Hace tiempo ya que sus certámenes se pueden seguir con considerable facilidad a través de Youtube o Dailymotion. Y eso viene de la misma persona que lanzó el Super Racing Weekend junto a Eurosport, de donde salió el actual Mundial de Turismos. Pero no todo son luces en la historia de Stéphane Ratel. Su espina clavada es el Mundial de GT. Apenas duró tres años. En un mundo ideal Ratel esperaba que los fabricantes se implicaran en él a través de equipos semioficiales y pilotos profesionales. La realidad se quedó muy lejos de ese sueño, pues marcas como Ford (a quien representó el equipo español SUNRED) o Porsche se limitaron a ser comparsas de aquellos fabricantes que de verdad quisieron implicarse. Ni siquiera un cambio a GT3 evitó la muerte del certamen, viendo como las Blancpain Endurance Series reunían más de cincuenta vehículos frente a la quincena que penaba a reunir el Mundial. Aún así el francés no se da por vencido y lanzó en 2015 una Copa del Mundo de GT a carrera única en Macao y en 2016 un Desafío Intercontinental basado en sus pruebas por Europa (24h de Spa), Australia (12h de Bathurst) y Asia (12h de Sepang). Y es que el Señor de los GT tiene suficientes éxitos en su curriculum como para que un par de fracasos le frenen.
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