Volkswagen Polo R WRC: el secreto de su éxito tiene apellido español
Volkswagen Polo R WRC: el secreto de su éxito tiene apellido español
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Todo gran proyecto nace con un contrato en una servilleta o un boceto en un folio. Hace poco más de cuatro años el Volkswagen Polo R WRC sólo era un dibujo en un ordenador. Ahora, según los números, es el coche más exitoso de la historia del Mundial de Rallyes. A pesar de la corta experiencia en esta disciplina, los de Wolfsburgo llegaron con la misma filosofía de trabajo de la que hicieron gala en el Dakar: esfuerzo, implicación y contar con los mejores en todas las áreas, tanto en la técnica como en la parte de pilotos. Es por ello que aprovecharon la ventaja de contar dentro del equipo Volkswagen Motorsport a Carlos Sainz, siempre reconocido como uno de los mejores pilotos a la hora de desarrollar coches gracias a la sensibilidad que posee. El madrileño ayudó a Sébastien Ogier en su llegada, montándose en más de una ocasión con él en el coche y ejerciendo de ‘hermano mayor’ tal y como lo hizo una década antes con Loeb en el equipo Citroën. Obviamente no se puede decir que todo el éxito de Volkswagen sea debido a la inclusión de Sainz en el proyecto, sino que su carácter minucioso y profesionalidad ayudó a los alemanes a dar los primeros pasos hasta que Ogier cogió la batuta del equipo. Con el director técnico François-Xavier Demaison al frente y todo un año para probar y utilizar el Skoda Fabia S2000 como improvisada mula de pruebas de suspensiones y además mantener en activo a sus pilotos a la espera del gran debut en 2013. Volkswagen llegaba al Campeonato del Mundo de Rallyes sin tener garantías de repetir el mismo éxito cosechado en el Dakar, donde prácticamente echaron a sus rivales. Sin embargo, ya en el primer tramo del Rallye de Monte-Carlo 2013 el Polo R WRC mostró los dientes. Ni el todopoderoso Loeb pudo contener el ataque inicial de Sébastien Ogier y el Volkswagen, consiguiendo en su primera oportunidad el scratch, el primero de su historia. Sólo unas semanas más tarde, en Suecia, el Polo se anotaba su primer triunfo en el Mundial de Rallyes y lanzaba la clara advertencia a sus rivales de que había nacido para ganar y no dudaría en exprimir al máximo sus armas. Desde ese logro, únicamente ha ‘perdido’ cinco rallyes, tres en 2013, uno en 2014 y el fatídico Rally de Argentina 2015, cita en la que el Polo R WRC ha mostrado su único problema grave de fiabilidad. Unos inyectores mal diseñados desataron la crisis, que duró lo que a los ingenieros les costó rectificar dicha pieza y tenerla lista ya para la siguiente prueba, Portugal, donde Volkswagen retomó la senda del triunfo. El equipo, dirigido por Jost Capito terminaba 2015 anotándose por tercera temporada consecutiva los títulos mundiales de pilotos, copilotos y equipos, además de 34 triunfos de 39 posibles (de los cuales 8 son de Jari-Matti Latvala, 1 de Andreas Mikkelsen y el resto de Sébastien Ogier), una cifra que coloca a este coche como el que mejor ratio victoria/participación posee de toda la historia del Mundial de Rallyes. Competitivo en todas las superficies y formando un gran equipo junto a Ogier e Ingrassia, el Volkswagen Polo R WRC promete extender su reinado del terror hasta la llegada al menos del nuevo reglamento técnico al Mundial en 2017. Para ese año, los World Rally Cars superarán los 370 CV de potencia y prometen ser los más rápidos y extremos que pisen los tramos del Mundial después de la extinción de los Grupo B. Volkswagen ha vuelto a hacer gala de su carácter germano y han sido los primeros en ponerse a probar su nueva configuración para dicha temporada, aprovechando su ventaja frente al resto que algunos han llegado a cifrar en 4 décimas por kilómetro en los terrenos más favorables para el modelo germano. Veremos si alguien es capaz de arrebatarles el cetro.