Ford y Alibaba ponen en marcha una máquina expendedora de coches en China

Prácticamente todas las personas que estén leyendo estas líneas han comprado alguna vez una botella de agua, un refresco o algo para comer en una máquina expendedora. Ya sea en el aeropuerto o en la estación de autobús, en la biblioteca o en el bar, estas máquinas forman parte del día a día. Pero, ¿y si la máquina expendedora fuese de coches?

Esta idea aparentemente loca es una realidad en China. Concretamente en Guangzhou, donde dos gigantes –Ford y Alibaba– han unido fuerzas para ofrecer una máquina expendedora de coches capaz de alojar hasta 42 vehículos y desde la cual los clientes podrán acceder a pruebas de conducción de diferentes modelos de la marca estadounidense.

El funcionamiento de este servicio es sencillo: mediante una aplicación desde el smartphone, el cliente podrá elegir probar un coche (sí, incluido el Ford Mustang) de entre los que haya disponibles en ese momento. Tras elegirlo, hay que hacerse un selfie –para que quede constancia de quién es el usuario– y la tecnología de reconocimiento facial será el último paso antes de hacer efectiva la reserva y que el coche bajará al nivel del suelo en cuestión de un par de minutos. No hay intervención humana en el proceso. A partir de ese momento, el cliente podrá probar el coche un máximo de tres días.

Evidentemente, todo esto tendrá un precio pero ni Ford ni Alibaba han confirmado aún cuál será la tarifa. En cualquier caso, el sistema no permite probar más de dos coches consecutivamente con el fin de asegurar así que nadie acabe probando coches de Ford indefinidamente en lugar de hacer una compra real, que es el objetivo último de esta idea: aumentar los potenciales clientes.

Esta máquina forma parte del acuerdo de colaboración entre ambas multinacionales, firmado a finales del pasado año, y con el que Ford quiere ampliar su presencia en el mercado chino -el mayor del mundo- en colaboración con la mayor tienda online del país.