La cuarta generación del Kia Sportage comienza su comercialización en Europa en las primeras semanas del año 2016 apostando por una imagen seductora cargada de personalidad, una dotación muy completa y una habitabilidad interior más que correcta. Presentado oficialmente al público en septiembre del 2015 , la última entrega del Sportage también comparte lazos estrechos con su equivalente en Hyundai, el Tucson, por aquello de reducir los costes. Pese a esto, no hay similitudes ni en el exterior ni una vez se está en el puesto de conducción. Ligeramente más grande que su predecesor , este crossover compacto seguirá intentando captar la atención de los usuarios por su diseño más agresivo y dinámico, sobre todo en las versiones con acabado GT-Line que incluyen un kit de carrocería específico con paragolpes más envolventes y un sistema de iluminación diurna con ocho LEDs entre otras cosas.
En el interior se ha trabajado para aumentar
la percepción de calidad, cuidando tanto el tipo de material empleado como los ajustes. Dependiendo de la versión podrán incluir apliques en negro lacado o aluminio,
guarnecidos en piel y tapizados en diferentes tejidos de buen aspecto. Tomando todo el protagonismo en la consola central está un sistema de info-entretenimiento con
pantalla táctil de siete u ocho pulgadas con muchas funciones y un manejo más intuitivo que antes. Desde aquí se podrán controlar los datos del navegador, audio, bluetooth y la conectividad con smartphones.
Como en los Sportage precedentes
hay dos tipos de instrumentación en función del acabado. En los más caros incluyen una pantalla LCD a color con mucha más información mientras que los sencillos mantienen un alto nivel de información pero con una presentación menos llamativa. La oferta de acabados para el mercado español es similar a la de los recién renovados Cee’d. Toman las denominaciones
Basic, Concept, Drive, Tech y Emotion para completar una de las gamas más amplias de la categoría. En cualquiera de ellos se incluyen el
aire acondicionado, ordenador de viaje, elevalunas y espejos eléctricos, cierre con mando,
sistema de sonido y el asiento posterior abatible entre otras cosas.
En los más equipados pueden tener
la alerta de objetos en el ángulo muerto y en maniobras de marcha atrás, lector de señales de tráfico
, cambio de luces automático, faros de xenón direccionales, alerta de cambio de carril,
un enorme techo solar panorámico, acceso y arranque sin llave,
cargador de móvil inalámbrico y climatizador automático de dos zonas. La gama de motores en gasolina arranca con
el 1.6 GDI con 135 CV que ya llevaba su predecesor y que no destaca por prestaciones o consumos. Se mantiene como la opción más asequible, y se ofrece sólo con tracción delantera y caja de cambios manual con seis velocidades. También en gasolina pero con tracción total está el
1.6 TGDI con 176 CV que se sitúa como el más rápido de la oferta. Se ofrece con una caja de cambios manual de seis velocidades o bien con la secuencial de doble embrague con siete relaciones.
En lo relativo a los diésel, Kia propone
el 1.7 CRDI con 115 CV como escalón de acceso. Siempre con tracción delantera, sólo está disponible con el cambio manual de seis velocidades. En un interesante término medio está
el 2.0 CRDI con 136 CV que combina un buen nivel de prestaciones con consumos ajustados. Se puede pedir
con cambio manual o automático, y con tracción delantera o total. Por último el tope de gama lo compone
el 2.0 CRDI con 184 CV que se comercializa exclusivamente con la tracción total a las cuatro ruedas y al cambio automático. Es una alternativa rápida y no consume mucho aunque su precio lo sitúa en una posición menos competitiva frente a sus rivales.