Renault Kadjar: El crossover que la firma francesa necesitaba

El Renault Kadjar es un crossover de tamaño compacto lanzado a mediados del año 2015 en la mayoría de los mercados europeos. Fabricado en la planta española de Palencia para todo el mundo, tiene en común con el Nissan Qashqai un buen número de componentes a pesar de que estéticamente ambos modelos siguen pautas de estilo bien diferenciadas. A pesar de que no se trata del sucesor natural del Koleos, el Kadjar ha ocupado su lugar hasta que llegue su relevo. Renault espera conseguir un elevado éxito comercial en el que es ya el segmento del mercado con mayor proyección de futuro, ganando un gran número de nuevos clientes mes a mes.

El Kadjar sólo está disponible con carrocería de cinco puertas y cinco plazas. Si bien no es líder en su categoría en materia de espacio, logra un acertado equilibrio en todas las cotas. Cuatro pasajeros adultos y un niño podrán realizar viajes sin excesivos problemas. Un quinto adulto tendrá que lidiar con la escasa anchura disponible a la altura de los hombros. La presentación del Kadjar es muy atractiva. Es un vehículo que gusta por sus proporciones (no es pequeño ni demasiado aparatoso) y por un imponente frontal en el que el enorme rombo se lleva todo el protagonismo junto con el diseño de las luces diurnas por LEDs. En la zaga la gran cantidad de chapa a la vista realza la sensación de solidez, algo necesario en un crossover.

A pesar de no ser un vehículo indicado para circular fuera del asfalto, el Kadjar se ofrece tanto con tracción delantera como con la total a las cuatro ruedas. La altura libre al suelo no es muy grande pero sí superior a la que se encontraría en un compacto de tamaño parecido, como por ejemplo un Renault Mégane. La calidad de realización es correcta pero los plásticos usados no siempre tienen buen aspecto. Los superiores tienen un tratamiento acolchado mucho más agradable que los inferiores, siempre duros y sensibles a los arañazos. Para dar vistosidad al interior se han insertado apliques decorativos en negro lacado y en símil aluminio. El equipamiento disponible es bastante generoso. Pueden tener detector de objetos en ángulo muerto , faros LED, cámara de visión posterior, control de crucero, asistente al aparcamiento sin manos con sensores delanteros y traseros, sistema de acceso y arranque sin llave, lector de señales de tráfico y alerta de cambio de carril involuntario. Sorprende que Renault no haya incluido un sistema de visión cenital como el que puede tener el Nissan Qashqai.

La conectividad está garantizada gracias al sistema R-Link 2. Es un equipo completo que incluye una pantalla táctil de siete pulgadas, control del bluetooth y puerto USB, acceso a aplicaciones y al sistema de navegación TomTom con información del tráfico en tiempo real. Los niveles de equipamiento disponibles son Life, Intens, XMOD y Zen. Todos ellos llevan una dotación aceptable aunque en el más básico es necesario pagar el extra del climatizador automático o las llantas de aleación, de serie en el resto.

La oferta de motores contempla por ahora un único motor de gasolina con 1,2 litros y 130 CV de potencia que se combina con una caja manual de seis velocidades y dos diésel. El más demandado es el 1.5 dCi con 110 CV que puede pedirse con cambio manual o bien con la caja de doble embrague EDC. Declara un consumo realmente bajo para un modelo de su tamaño, con una media de 3,8 L/100. La opción más cara es quizás la más equilibrada. Está equipada con el motor 1.6 Energy dCi con 130 CV que presume de una favorable relación prestaciones-consumos. Sólo se vende con cambio manual de seis velocidades pero es el único Kadjar que puede tener tracción total.