Avancar fue la pionera
La movilidad compartida en España cumple 15 años con más de 20.000 vehículos eléctricos
Primero fueron los coches eléctricos y después se unieron las motos y los patinetes. Esta es la historia de la movilidad compartida que se usa pagando por minutos y, además, respeta el medio ambiente.
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Parece que fue ayer cuando los primeros coches eléctricos de uso por minutos aparecieron aparcados en las calles de Madrid, pero, en realidad, han pasado 15 años de aquello y ahora, además, comparten espacio con motos y patinetes. Las compañías movilidad compartida y sostenible han crecido con especial énfasis en Madrid, donde se concentran las cuatro principales empresas de carsharing (ShareNow, Free2Move, Zity y Wible), pero también han hecho lo propio en Barcelona y lo harán en Bilbao (Ibilkarri y Clickcar), Valencia (Cargreen) y Asturias (grupo Baldajos). Así ha sido su trayectoria en las calles de nuestras ciudades hasta alcanzar los 20.000 vehículos.
Su punto álgido llegó hace cuatro años, pero fue en 2004 cuando la primera empresa relevante de movilidad compartida temporal apareció. Avancar aterrizó en Barcelona con unas decenas de vehículos, pero, lamentablemente, dejó de prestar servicio en febrero de 2019 debido a las pérdidas. A pesar de su desaparición, hizo lo más difícil: abrir camino.
Madrid: epicentro de la movilidad compartida
La senda de Avancar la siguió Car2Go (ahora rebautizada como ShareNow) en 2015. Lo hizo colocando en las calles de Madrid los pequeños Smart; arrancó con 350 unidades y hoy en día su flota está compuesta por 2.600 coches eléctricos usados por más de medio millón de usuarios registrados. Y es que Madrid se ha convertido en la capital de la movilidad compartida. No en vano, en sus calles ya se concentran más de 15.000 coches, motos y patinetes.
Un año después de ShareNow, apareció Free2Move (antes Emov) respaldada por el Grupo PSA para aumentar la oferta de coches eléctricos compartidos con sus 600 Citroën C-Zero. Dos años después llegó Zity, el resultado de la unión de Ferrovial y Renault, y marcó las diferencias: sus 658 coches, el Renault Zoe, eran, hasta ese momento, los más amplios. La última en unirse ha sido Wible y lo ha hecho de la mano de Kia y Repsol ampliando, aún más, el abanico de oportunidades con 500 unidades del Niro.
La movilidad compartida en el resto de España
Madrid es el epicentro, sí, pero el resto de España no está desconectada. Desde mayo de 2019, Barcelona cuenta con el carsharing de Like, un proyecto de 150 vehículos eléctricos de diferentes marcas. A él se une la flota de 300 vehículos de Ubeeqo (antes Bluemove), que también opera en Madrid.
A lo largo de 2020 surgirán más compañías, sin duda alguna. A Valencia llegará Cargreen y Clickcar e Ibilkarri harán lo propio en Bilbao. Finalmente, Oviedo, Gijón, Avilés, Llanera y en el Aeropuerto de Asturias contarán con los servicios de los 60 coches eléctricos del grupo Baldajos.
Las motos y los patinetes se unen a la fiesta
Eso sí, los coches eléctricos no son los únicos que han protagonizado el movimiento de la movilidad compartida. A ellos se unieron las motos, que funcionaban de igual manera: uso compartido y pago por minutos. Nuevamente, las calles de Madrid son las que tienen más oferta y variedad de scooters eléctricas gracias a eCooltra (presente también en Barcelona, Valencia o Sevilla), Acciona, Movo y Muving, cuyos servicios de motosharing también llegan a Sevilla, Cádiz, Málaga, Zaragoza o Córdoba.
Los últimos en llegar han sido los que más debate han generado. Hablamos, efectivamente, de la eclosión de los patinetes eléctricos. No en vano, en Madrid hay más de 7.500 unidades y 21 compañías autorizadas, pero no todas prestan servicio.
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