Un problema de seguridad vial en potencia
Los 10 medicamentos más consumidos: ¿cuáles de ellos afectan a la conducción?
Los conductores debemos poner los 5 sentidos en la carretera, pero la presencia de medicamentos en nuestro organismo puede dificultar la tarea
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Un conductor es seguro al volante cuando, además de respetar las normas de tráfico y los límites de velocidad, conduce con los 5 sentidos puestos en la carretera, en su actividad. Por eso, cada vez es más habitual contar con asistentes a la conducción que permiten monitorizar el nivel de atención del conductor, lanzando mensajes de alerta cuando nuestro nivel de atención al volante desciende de un umbral de seguridad, permitiendo parar y descansar antes de que sea demasiado tarde.
Sin embargo, en el nivel de atención de un conductor no influye solo el cansancio, sino que también es posible encontrar otros agentes externos que hacen que nuestro nivel de atención pueda descender. Es el caso de los medicamentos: los españoles consumimos millones de cajas de medicamentos cada año, medicamentos que permiten curarnos, restablecer nuestra funcionalidad o seguir con nuestra actividad rutinaria. Algunos de esos medicamentos, no obstante, pueden influir en nuestra conducción, de manera que resulta contraproducentes ingerirlos si tenemos previsto ponernos al volante de nuestro coche.
¿Cuáles son los medicamentos que más consumimos?
Los medicamentos más consumidos por los españoles son, por lo general, analgésicos, antiinflamatorios, relajantes o antihistamínicos. No todos afectan a la conducción, pero la realidad es que casi un 30% de los españoles consumen medicación a diario, y más de la mitad de los conductores que toman algún tipo de medicamento, lo hacen por duplicado, mezclando dos o más principios activos. Por orden, estos son los 10 medicamentos más consumidos en nuestro país:
- Omeprazol
- Paracetamol
- Ácido acetilsalicílico
- Simvastina
- Metamizol sódico
- Atorvastina
- Lorazepam
- Metformina
- Enalapril
- Ibuprofeno
De todos estos, algunos pueden producir efectos adversos incompatibles con la conducción. Es el caso del Metamizol sódico, del Lorazepam y de la Metformina. Cuando un medicamento puede producir efectos peligrosos para la conducción, su embalaje cuenta con una señal de alerta que todos deberíamos conocer, un símbolo en forma de triángulo rojo con un coche en su interior.
En caso de tener dudas acerca de los efectos secundarios incompatibles con la conducción de un medicamento, lo primero que tenemos que hacer es dejar de conducir. Consultar con nuestro especialista debe ser el segundo paso: él nos aclarará finalmente si podemos o no conducir, y en caso de que sea necesario, buscará una alternativa a esa medicación que nos afecta. Ante todo, seguridad al volante.
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