Una de las multas más serias que puedes recibir
1800€ de multa por culpa de la ITV: a la caza de conductores mentirosos
La Guardia Civil impone una de las sanciones más duras a un conductor que intentó 'pasarse de listo' con la ITV de su coche.
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Todos los conductores conocemos ya la importancia de las ITV, de las inspecciones que todos los vehículos que están matriculados en nuestro país tienen la obligación de superar de manera periódica para garantizar el cumplimiento de unos mínimos a nivel administrativo y técnico. Circular sin ITV no es sólo una falta administrativa, ya que puede generar un grave problema de seguridad vial.
Actualmente son millones los vehículos que circulan sin ITV en nuestro país, la mayoría de ellos por simple despiste o desconocimiento de sus propietarios, aunque en ocasiones la “picaresca española” intenta situarse por encima de la ley, lo que supone un grave problema y una vez han sido “pillados”, una grave sanción para los infractores.
Es el caso de un conductor que hace meses fue detectado circulando sin ITV en un control rutinario de la Guardia Civil, un hecho que no deja de suponer una infracción grave pero que, desgraciadamente, no es un hecho que resulte sorpresivo para los agentes de la autoridad. Sin embargo, la infracción no terminaba ahí.
Y es que, analizando la documentación del vehículo y el propio coche, los agentes de la Guardia Civil descubrieron que el conductor estaba circulando con una pegatina de ITV que, supuestamente, acreditaba la validez de la inspección. Este hecho supone una infracción muy grave y un delito de falsedad documental.
Por ello, el conductor del coche fue propuesto para un juicio rápido, juicio que ha terminado, como todo apuntaba, con una condena por falsificación. El resultado, una multa de 1800€. El conductor ha negado en todo momento la evidencia, argumentando que fue otra persona la que colocó la pegatina para “ocasionarle daños”.
Sea como fuere, circular con cualquier tipo de documento falso en el vehículo (desde una matrícula hasta un permiso de circulación) supone un delito y una de las infracciones más graves que se pueden cometer, una actitud perseguida por la DGT y que supone además un gravísimo peligro para el resto de conductores de nuestras carreteras.
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