El recordatorio de la DGT
3 consecuencias de usar el móvil en el coche que nunca vas a poder evitar
La DGT nos recuerda una vez más la peligrosidad de utilizar el móvil al volante.
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El uso del teléfono móvil se ha convertido en un hábito para buena parte de la población, que ya no sale nunca de casa sin su smartphone bien cargado para poder afrontar la jornada. A través de nuestro teléfono nos conectamos con el exterior, con cualquier parte del mundo en cualquier momento, recibimos información de todo tipo y nos entretenemos.
Es, por tanto, una gran fuente de distracción de la que debemos olvidarnos cada vez que arrancamos nuestro coche. Esta última afirmación, desgraciadamente, aún es ignorada por muchos conductores, que siguen usando su móvil durante la conducción bien sea para acceder a sus redes sociales o para realizar una furtiva llamada, acciones que en el mejor de los casos pueden costarnos un susto o una multa.
Al volante, la utilización del móvil multiplica exponencialmente las posibilidades de sufrir un accidente de circulación. Pese a que en ocasiones puede parecer que tenemos la situación controlada, hay consecuencias que son inevitables y pueden conducir -nunca mejor dicho- a un desenlace fatal.
Tres consecuencias que tu mente no puede evitar
- Pérdida de capacidad para circular a velocidad constante: al dejar de prestar toda la atención a la carretera, la capacidad para circular a velocidad constante, idónea cuando se trata de circular por vías rápidas y carretera abierta, deja de estar disponible. Esto favorece la aparición de frenazos y acelerones para intentar, de nuevo, adaptarse a la velocidad del tráfico.
- Ausencia de la distancia de seguridad: al perderse la capacidad para circular a velocidad constante, se pierde también la capacidad para mantener una distancia de seguridad adecuada, lo que multiplica exponencialmente las posibilidades de sufrir un accidente.
- Aumento del tiempo de reacción: al desviar la vista de la carretera aumenta de manera desmedida el tiempo necesario para reaccionar ante cualquier acción externa. Es una situación muy peligrosa que puede desembocar, fácilmente, en un accidente.
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