LOS GRANDES IGNORADOS
3 elementos del coche que necesitan sustitución y la mayoría de conductores desconoce
Son muchos los componentes de nuestro coches que necesitan mantenimiento y sustitución, pero algunos de ellos son grandes desconocidos para la mayoría de conductores.
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Nuestros coches son, básicamente, máquinas complejas formadas por miles de piezas y componentes que, con el tiempo, pueden desgastarse. Es algo completamente normal, previsto por los fabricantes, que elaboran un detallado programa de mantenimiento con el que sus vehículos se mantienen en plena forma. Es evidente que pueden surgir complicaciones que, incluso, pueden ser inesperadas, pero todos esos escenarios entran de una "normalidad" aparente, propia del uso de un vehículo formado por tantos componentes.
En cualquier caso, si se sigue el programa de mantenimiento estipulado, no deberíamos tener ningún susto al volante de nuestro coche. Seguro que la mayoría de vosotros sabéis que cada cierto tiempo o cada cierta cantidad de kilómetros es necesario sustituir el aceite del motor por otro nuevo, así como cambiar algunos filtros como el de aire, el del propio aceite o el del habitáculo para prevenir posibles problemas. Además, en los coches de gasolina se sustituyen otros elementos como las bujías, mientras que en los motores diésel son los calentadores los que cada cierto tiempo tienen que ser sustituidos.
Tres elementos que deben ser sustituidos en nuestro coche
Pese al amplio conocimiento por parte de la población general en cuanto a las necesidades de mantenimiento de nuestros coches, existen muchas piezas o elementos que también necesitan ser sustituidos cada cierto tiempo y no son tan conocidos. Aquí repasamos tres de estos elementos o componentes que necesitan de cierto mantenimiento para permitir que nuestro coche siga funcionando con la misma fiabilidad con la que fue diseñado.
- 1. Líquido de frenos: el líquido de frenos es el encargado de transferir la fuerza que nosotros hacemos con el pedal del freno a elementos como las pinzas o los tambores situados en los ejes. Este fluido tiene unas características muy concretas para aguantar la temperatura y la presión, pero con el tiempo absorbe humedad, corroyendo los conductos y degradando juntas y retenes, reduciendo además la capacidad de frenado en situaciones exigentes. Es importante sustituirlo cada pocos años de manera periódica.
- 2. Kit antipinchazos: el kit antipinchazos está presente en la mayoría de vehículos actuales en sustitución de la rueda de repuesto. El fluido que lo compone se encarga de taponar el posible pinchazo, pero tiene fecha de caducidad. Debe sustituirse según las indicaciones del fabricante, ya que nos arriesgamos a que, cuando lo tengamos que utilizar, no funcione correctamente.
- 3. Tacos de goma: muchos conductores habrán notado como la calidad de rodadura de sus coches, en especial en terrenos agrestes o llenos de imperfecciones, se ha deteriorado de manera notable pese a contar incluso con amortiguadores nuevos. La culpa es de los tacos de goma que componen los diferentes elementos de suspensión, como las bieletas o los triángulos. Con el tiempo la goma se degrada, de manera que ya no absorbe las pequeñas vibraciones y golpeteos, dando lugar así a una conducción incómoda e imprecisa.
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