Podría tener resultados fatales
Las 3 formas más rápidas de destrozar el embrague de tu coche
El embrague de un coche es una pieza sumamente importante, y es por ello que hoy repasamos 3 malos hábitos que pueden acabar con él.
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Aunque en la actualidad predomina el cambio automático frente al manual, debemos saber que aún son muchos los coches del parque automovilístico los que cuentan con esta transmisión y que también existen opciones en el mercado contemporáneo. Y es que, al fin de cuentas, el embrague es una pieza fundamental en un coche, y su correcto funcionamiento dependerá, en gran parte, de cómo de bien lo utilicemos. Es por esto que hoy os traemos tres malos hábitos que destrozarán rápidamente tu embrague si no los evitas.
Al fin de cuentas el embrague es una pieza que no solo es cara y delicada, sino que su buen funcionamiento es, sin duda, una garantía de seguridad. Con esta premisa sobre la mesa, debería ser más que incentivo suficiente cuidar ese pedal -o más bien disco- que muchas veces no tratamos con todo el cariño que merece.
Pisar el pedal del embrague en situaciones que no lo requieren
Todos hemos lidiado con el punto del embrague, ese momento en el que el recorrido del pedal nos permite soltar el freno y ya pisar el acelerador para emprender la marcha. En nuestros primeros pasos como conductor es normal que nos cueste encontrar ese punto idóneo en el que ya podemos prescindir del freno, pero esto puede derivar en un desgaste prematuro del embrague.
Y es que el hecho de no controlar el punto de fricción y mantenerlo pisado de manera intermedia puede derivar en ese temido desgaste. Prueba de ello es cuando se produce ese olor molesto que solemos asociar a “quemar embrague”, o lo que es lo mismo, acortar la vida de la pieza antes de lo previsto.
Pisar el pedal del embrague en situaciones que no lo requieren
Son muchas las ocasiones en las que interpretamos que debemos mantener el pedal del embrague pisado, cuando lo único que conseguimos es acelerar su desgaste. Y es que, al fin de cuentas, el pedal tan solo debe accionarse cuando vamos a cambiar de marcha, ya sea para reducir o introducir una superior, pero no mientras mantenemos el coche retenido.
Por ejemplo, estar esperando en un semáforo con el pedal del embrague pisado y una marcha insertada incrementa su desgaste; también si lo hacemos en cualquier otro tipo de retención o si estamos esperando a que alguien suba al vehículo. Por otra parte, el simple hecho de apoyar el pie en el pedal sin la intención de pisarlo ayuda a aumentar su desgaste.
No pisar el pedal del embrague a fondo
Por último pero no por ello menos importante nos encontramos con el tercer mal hábito: no pisar el pedal del embrague a fondo. Esta práctica suele ser más habitual entre conductores primerizos al no aprovechar todo el recorrido del pedal y generar un mayor estrés a la hora de desembragar, provocando, por ende, el mayor desgaste del embrague.
Indicio de que no lo estamos haciendo correctamente es escuchar ruidos extraños parecidos a un rasgado o metálicos. Debemos procurar mantener una posición de conducción correcta no solo por nuestra propia seguridad, sino también para poder estirar bien la pierna y pisar el pedal cubriendo el total de su recorrido.
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