Fácil, rápido y sobre todo muy barato
3 usos del bicarbonato en tu coche que te pueden salvar de un apuro
El bicarbonato puede convertirse en nuestro gran aliado si tenemos una urgencia con nuestro coche: descubre tres usos del bicarbonato que pueden ahorrarte un disgusto.
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Nuestros coches están fabricados con materiales resistentes y duraderos, muchas veces con materiales avanzados, capaces de perdurar en el tiempo con un desgaste poco evidente al menos a nivel estructural, lo que permite que circulemos durante muchos años con nuestro coche sin ningún problema y sin ninguna necesidad más allá de aplicar el mantenimiento correspondiente cuando es necesario.
Sin embargo, eso no significa que en ocasiones algunos materiales de corte casero y tradicional nos puedan “echar una mano” con nuestro coche en caso de necesidad. Hablamos por ejemplo del bicarbonato, un elemento que casi todos tenemos en la cocina de nuestras casas y que también puede resultar muy útil en nuestro coche. Sí, es cierto que existen productos específicos para los cometidos que vamos a describir a continuación, pero ninguno va a resultar igual de barato que el uso de bicarbonato.
- Manchas rebeldes: en caso de que la tapicería de nuestro coche haya sufrido los 'estragos' del uso y cuente con manchas difíciles de eliminar, el bicarbonato es una gran opción. Mezcla un par de cucharadas de bicarbonato con otro par de cucharadas de vinagre y aplica la mezcla sobre la mancha. Frotalo con un cepillo y déjalo actuar. Al cabo de unos minutos retira los restos con un trapo húmedo y limpio y tendrás una tapicería limpia. El olor del vinagre desaparecerá al cabo de unas horas.
- Mal olor: el mal olor en nuestro vehículo puede estar provocado por numerosos elementos, entre los que destacan la humedad, la descomposición de algún alimento que se haya quedado olvidado o un líquido en mal estado que se haya "embebido" en la tapicería. Para eliminarlo, nada tan simple como espolvorear bicarbonato y esperar unos días. El olor habrá sido absorbido, y sólo tendrás que aspirar los restos para que todo quede como nuevo.
- Faros opacos: la superficie plástica que recubre los faros de nuestro coche, especialmente si éste tiene menos de 20 años, es cada vez más habitual. Pese a su resistencia, el paso del tiempo puede pasarle factura, de forma que comienza a amarillear y deja de ser transparente. Para luchar contra esa degradación, que puede incluso suponer un "suspenso" en la ITV, prueba a utilizar bicarbonato con zumo de limón: frota la pasta contra el faro durante un par de minutos y luego aclara para conseguir un resultado sorprendente.
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