Los 5 signos de que estás sufriendo un golpe de calor en el coche

Con la llegada del intenso calor a gran parte del país se incrementa el riesgo de sufrir golpes de calor, especialmente peligrosos cuando ocurren en el interior de un vehículo. El simple hecho de estacionar el coche al sol durante 10 minutos aumenta considerablemente las probabilidades de sufrir un golpe de calor, ya que la temperatura dentro del automóvil puede duplicarse en tan solo media hora, pasando de 30 grados a 60 grados en poco tiempo.

Todos los años asistimos a desafortunadas situaciones en las que, por culpa de un despiste, algunas personas fallecen a consecuencia de un golpe de calor tras haberse olvidado en el interior de un vehículo estacionado al sol. Este hecho suele ocurrir con los niños más pequeños, que se colocan en su sistema de retención en los asientos posteriores y son olvidados por sus responsables. Para prevenir este tipo de incidentes, algunos países, como Italia, han hecho obligatorio el uso de sistemas de alerta para evitar dejar a los niños dentro de los automóviles, sistemas que emiten una alarma cuando el conductor se aleja del vehículo sin haber retirado al niño. Sin embargo, esta medida no está en vigor en España.

Los síntomas que identifican un golpe de calor en el coche

Los síntomas de un golpe de calor incluyen fiebre, piel muy caliente, respiración agitada, dolor de cabeza y vómitos. En caso de presentarse estos signos, es crucial sacar a la persona que esté sufriendo estos síntomas del automóvil y reducir su temperatura corporal. Como primera medida, mojar a la persona o aplicar compresas frías en la cabeza. Además, se aconseja acostarlo en el suelo y elevarle las piernas. Si la persona aún está consciente, se debe proporcionar agua, en abundancia. Evidentemente, es imperante avisar a los servicios de emergencias a la mayor brevedad para que éstos se hagan cargo de la situación.

A la hora de viajar, el uso del aire acondicionado se convierte en un aliado fundamental. No obstante, es importante evitar que el flujo de aire esté dirigido directamente a las personas para evitar sequedad en las mucosas o irritación del sistema respiratorio. Para evitar la exposición directa al sol, se pueden utilizar parasoles o cualquier otro elemento que bloquee los rayos de sol directos en el habitáculo.

Otras recomendaciones incluyen evitar viajar en horas de tráfico intenso o de mayor calor, verificar periódicamente la temperatura dentro del vehículo, tomar descansos cada hora y media para estirar las piernas y poder moverse, evitar viajes excesivamente largos y llevar siempre agua que todos los ocupantes se mantengan hidratados durante el trayecto.

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