UN EMBLEMA DE LA MARCA ALEMANA
50 aniversario del Opel Kadett C, un coche con muchos talentos que dio la vuelta al mundo
El Opel Kadett C cumple 50 años de vida. Un modelo con muchas variantes adicionales que incluso tuvo varios logros en el mundo de la competición.
Publicidad
La gama del Opel Kadett C tuvo muchas caras en la década de los 70: desde un inteligente coche familiar a un elegante segundo automóvil con un práctico portón trasero, pasando por un coupé deportivo. Los clientes tenían una gran cantidad de opciones, pudiendo encontrar la variante que más se adaptase a sus gustos.
La versión de tracción trasera debutó en 1973 con un diseño claro en cuanto a la carrocería y un nuevo eje delantero de doble horquilla. Aunque sus rasgos más característicos eran su calandra plana, su capó con el pliegue característico de la marca y un faldón delantero en forma de alerón. De hecho, uno de los diarios especializados en pruebas de automóviles como es 'Auto Motor und Sport' describió este modelo como un coche que "no solo se conduce excepcionalmente bien, sino que también está sólidamente construido y terminado. Requiere poco mantenimiento, es fácil de reparar y económico de ejecutar".
El Kadett C fue un vehículo diseñado para tener un carácter mundial. No solo salió de la línea de montaje en Alemania, sino que también se produjo como Chevette en Vauxhall en el Reino Unido. Además, también se fabricó en Asia, Australia y América del Norte y del Sur con una carrocería ligeramente modificada y tecnología adaptada a las condiciones locales. En el país alemán la propulsión corrió inicialmente a cargo de eficientes motores de 1.2 litros con 52 CV y 60 CV de potencia.
Este icónico automóvil fue uno de los primeros en disponer cinturones de seguridad de tres puntos. Este es el sistema que encontramos en la mayoría de vehículos actuales dos puntos de anclaje situados para fijar la zona de la cadera pero, además, incluye un tercer punto de sujeción por encima de uno de los hombros del pasajero.
El Kaddet no fue solo un modelo pionero en seguridad pasiva en el mundo del motor. También demostró que podía ser extremadamente deportiva cuando el Kadett GT/E celebró su estreno en el IAA de 1975. Con un motor 1.9 litros con inyección de combustible que entregaba 105 CV alcanzaba los 184 km/h, gracias también a su peso de 900 kg. A partir de 1976, conocidos pilotos oficiales de Opel que pronto harían historia en el automovilismo ocuparon sus asientos en la cabina. Walter Röhrl y Rauno Aaltonen tuvieron éxito con el GT/E de 165 kW/225 CV en el Rally de Montecarlo y el Rally de Portugal.
En una época donde la marca se encuentra sumergida en una transición hacia la movilidad eléctrica, siempre es bueno recordar los inicios. Más aún si se trata de uno de los modelos más emblemáticos de la marca, un coche con muchos talentos y personalidades que dio la vuelta al mundo.
Publicidad