100% CASERO
Acaba con el mayor inconveniente de la primavera a la hora de conducir con este fugaz y sencillo truco
Di adiós a los insectos atropellados (sin querer) por tu coche, pero adheridos a su parabrisas, que te roban visibilidad cuando conduces en esta estación del año. Este desconocido remedio es rápido, fácil y barato.
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Con la llegada de la primavera, nos deleitamos con días más largos, temperaturas más agradables y paisajes más coloridos. Sin embargo, no todo es idílico cuando se trata de conducir, ya que nos enfrentamos a un problema recurrente: el gran número de bichos que se estrellan contra el parabrisas, dificultando en mayor o menor medida nuestra visión y creando una molestia considerable. ¡Por no hablar de lo horrible que queda el automóvil!
Estos pequeños animales invertebrados que, per se, no constituyen un peligro para el coche ni para sus ocupantes, pueden convertirse en un quebradero de cabeza para los conductores que desean llevar el cristal delantero lo más limpio posible todo el tiempo. Pero, ¿cómo podemos deshacernos de ellos de manera rápida y sencilla? Te explicamos un truco casero que puedes llevar contigo en una botella u otro recipiente cerrado para combatir este problema en cualquier momento y lugar.
Una mezcla simple de vinagre y agua es todo lo que necesitas para deshacerte de los insectos incrustados en el parabrisas. El primero de los dos líquidos, con independencia de su tipología, ayuda a aflojar o disolver los restos gracias a su naturaleza ácida (tiene la capacidad de romper las proteínas de estos seres vivos, facilitando su sustracción), mientras que el segundo sólo actúa como un agente diluyente. Lo mejor es que ambos están presentes en tu cocina.
Llena una botella rociadora con una parte de vinagre y tres partes de agua. Luego agita bien la solución para asegurarte de que esté bien mezclada. Cuando te encuentres con demasiados mosquitos, mariposas, abejas u otro tipo de bichos pegados al parabrisas, rocía generosamente la mezcla sobre la superficie afectada y deja que repose durante unos segundos para que haga efecto. Finalmente, con la ayuda de un paño suave o una esponja, frota suavemente los restos. Verás cómo se desprenden con facilidad.
Una vez que hayas eliminado los insectos, no olvides limpiar el parabrisas, siempre con agua limpia o un limpiacristales específico, para quitar cualquier residuo de la mezcla de vinagre y agua, ya que esta puede desprender un olor desagradable y dejar trazas que sean visibles al contraluz durante, por ejemplo, los amaneceres o atardeceres. En general, llevar a cabo todo el proceso no debería durar más de 3 o 4 minutos.
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