UN ICONO DE LA PRODUCCIÓN ESPAÑOLA
El adiós de un mito sobre ruedas: Navarra despide al VW Polo tras más de 40 años de producción
El Polo es ya indisoluble a Volkswagen, pero también a España y a Navarra, donde la marca alemana ha producido, durante más de 40 años, este pequeño y práctico utilitario que ahora se despide para siempre de nuestro país dejando paso a un futuro que será electrificado
Publicidad
La producción del Volkswagen Polo en la planta de Landaben, Navarra, ya es historia tras haber llegado a su fin después de más de 40 años de actividad ininterrumpida. Esta planta, que comenzó a fabricar el Polo en 1984, ha producido más de 8,4 millones de unidades de este emblemático modelo, que ya forma parte del ideario global ya no sólo al hablar de Volkswagen, sino al hablar de Navarra. La decisión de cesar la producción del Polo en Pamplona obedece a la necesidad de adecuar las instalaciones para la futura fabricación de dos modelos eléctricos de Volkswagen, en línea con la estrategia de electrificación de la compañía.
El Volkswagen Polo ha sido un pilar fundamental para la planta de Landaben y para la marca en general. Lanzado inicialmente en 1975, el Polo se convirtió rápidamente en un éxito comercial gracias a su tamaño compacto y la confiabilidad asociada a la marca Volkswagen. A lo largo de sus seis generaciones, cinco de las cuales se fabricaron en Pamplona, el Polo ha evolucionado de manera más que palpable, adaptándose a las necesidades y gustos de los consumidores a lo largo de las décadas para pasar de ser un urbano básico con el que moverse por la ciudad a convertirse en un auténtico "coche para todo".
La importancia del Polo en la planta de Landaben no solo se mide en términos de volumen de producción, sino también en su impacto socioeconómico en la región. La fabricación de este modelo ha generado miles de empleos directos e indirectos, consolidando a la planta como uno de los motores industriales de Navarra. Además, ha fomentado el desarrollo de un tejido industrial auxiliar, especializado en la producción de componentes para el Polo.
El final de la producción del Polo marca el inicio de una nueva etapa para la planta de Landaben. Volkswagen ha anunciado que las líneas de montaje se transformarán para producir dos nuevos modelos eléctricos a partir de 2026 tanto de Volkswagen como de Skoda. Este cambio refleja la apuesta de la compañía por la movilidad sostenible y su compromiso con la reducción de emisiones de CO2. La transición hacia la fabricación de vehículos eléctricos supone un desafío, pero también una oportunidad para posicionar a la planta de Landaben en la vanguardia de la industria automovilística del futuro.
El Volkswagen Polo ha dejado una huella imborrable en la planta de Landaben y en la historia de la automoción en Navarra. Su despedida marca el fin de una era, pero también abre la puerta a nuevas oportunidades en el ámbito de la movilidad eléctrica. La planta de Landaben, con su rica tradición y su capacidad de adaptación, está preparada para afrontar un nuevo capítulo con éxito, contribuyendo a la transformación de la industria automovilística hacia un futuro que, en apariencia, pasa sí o sí por la electrificación.
Publicidad