GOLPE A COMBUSTIBLES FÓSILES
La alternativa al Plan MOVES: más impuestos al diésel y carburantes fósiles
Con la intención de fomentar y promover la compra de coches eléctricos, el Ejecutivo se plantea medidas como un nuevo impuesto al diésel y subir el precio de este.
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Los carburantes son uno de los productos más propensos a sufrir cambios pronunciados en lo que a precios se refiere en España. Si a eso le sumamos que el Gobierno está decidido a combatir el consumo de los combustibles fósiles entonces se produce un combo definitivo.
Y es que distintos miembros del Ejecutivo han dejado caer que puede estar muy cerca una subida del precio del gasóleo y de los coches dotados con motor de combustión. El objetivo no es otro que favorecer la adquisición de vehículos eléctricos por parte de los consumidores. Sin embargo, la realidad del mercado es tozuda y los modelos de gasolina y diésel siguen teniendo un cierto peso.
A pesar de ello, en el Foro Anfac intervino el secretario de estado de Energía, Jorge Groizard, para anunciar que el Gobierno trabaja se encontraba trabajando sobre un nuevo impuesto a los coches diésel con la intención de fomentar las compras de modelos EV. Groizard incluso puso a Noruega como modelo, dado que casi la práctica totalidad de los coches que se venden son eléctricos.
No obstante, hay detalles que se le pasaron por alto, como la notable mayor renta per cápita que gozan los ciudadanos noruegos (casi 90.000 €) y que en el país nórdico se exime del IVA al comprador de un eléctrico.
Por no hablar de medidas que es difícil imaginar que sean aplicadas aquí como la exención en el impuesto de matriculación, la eliminación de los costes de importación, aparcamiento gratuito en todo el país, descuentos en peajes o acceso a carriles VAO. También es preciso indicar que se grava con un 25 % a quien adquiere un coche de combustión.
En el mismo encuentro, el ministro de Industria y Turismo Jordi Hereu se pronunció en una línea parecida y apenas 24 horas después la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, opinó que el nuevo tributo al diésel debería llegar cuanto antes: "Necesitamos que ese impuesto al diésel llegue lo antes posible, es un objetivo de este Gobierno".
Para acabar, el Gobierno también planea acabar con los beneficios fiscales que tiene el gasóleo frente a la gasolina, lo que supondría un incremento del precio del litro de gasóleo de unos 11 céntimos. Consecuentemente, el precio de ambos se igualarían prácticamente y repercutirían, por ejemplo, en el sector del transporte por carretera, que consume cientos de litros de diésel cada mes.
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