El año 2024 ya es una realidad pero, ¿debo preocuparme por tener un coche con etiqueta B?

Empezar un año nuevo es, para muchos, sinónimo de nuevos propósitos, cambios y mejoras, pero también de miedos en lo que a la normativa de las ZBE se refiere. Al fin de cuentas, estas experimentarán revisiones de aquí a dos años y, en caso de ser necesario, modificarlas. ¿Qué implica esto? En que los coches con etiqueta B podrían sufrir importantes restricciones.

Y aunque bien es cierto que esta situación no tiene porque darse, existen varias papeletas para que así sea. Primero porque son el grupo más contaminante después de los coches sin etiqueta según el criterio de la DGT, y segundo porque las restricciones que se están aplicando ahora son sobre estos segundos, por lo que los siguientes en sufrir serán los etiqueta B.

Todo nace a raíz del Real Decreto 1052/2022 del 27 de diciembre, por medio del cual se regulan las Zonas de Bajas Emisiones, y el cual reza en su artículo 10, epígrafe 4, de la siguiente manera:

4. "El proyecto de ZBE deberá revisarse, al menos, a los tres años de su establecimiento y, posteriormente, al menos, cada cuatro años, con el fin de garantizar que se están alcanzando los objetivos planteados en el proyecto, y que responden a lo establecido en este real decreto"

¿En qué se traduce esto? En que el año 2026 podría suponer el punto y final de la libre circulación de los vehículos con etiqueta B. Bien es cierto que esta no se restringiría de sopetón, pero sí que puede ser factible ver normativas que impedirían la circulación en las ZBE de coches con dicho distintivo que no estén empadronados en el municipio.

Esto mismo está sucediendo en pleno 2024 con los vehículos sin etiqueta, algo que dejan patente ciudades como Madrid. Y es que ha entrado en vigor la normativa que prohíbe la circulación de coches no empadronados y sin etiqueta medioambiental por toda la capital. Pero, ¿ocurre lo mismo en otras ciudades con Zonas de Bajas Emisiones?

Al fin de cuentas, aquellos municipios con más de 50.000 habitantes están obligados a contar con una ZBE desde el pasado 1 de enero de 2023. Sin embargo, su normativa es competencia de cada ayuntamiento, por lo que pueden no solo ser más laxos con los coches sin etiqueta, sino también con los vehículos de etiqueta B.

Aún así, también puede suceder precisamente lo contrario, y más ahora que estamos más cerca del año 2026. Al fin de cuentas, cada municipio preparará sus ZBE de cara a la revisión que experimentarán a los tres años de su nacimiento, y aunque muy posiblemente sea en ese momento cuando las normativas de las mismas se endurezcan, otras pueden adelantar dicho escenario.

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