CUIDANDO EL EMBRAGUE
Así de fácil es ahorrarte una de las reparaciones más caras de tu coche con un gesto que haces a diario
Esto es lo que tienes que hacer para ahorrarte una reparación cara como la del embrague y el volante bimasa.
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Las averías de un coche siempre son un quebradero de cabeza para su conductor. Tiempo, dinero y malestar emocional es el coste a asumir en estas situaciones pero que, con delicadeza y tacto, se puede ahorrar. Uno de los elementos mecánicos más costosos de reparar en un vehículo es el conocido como volante bimasa, un disco de hierro con ranuras situado en la zona del embrague de ciertos modelos diésel de alta compresión y de gasolina de tres cilindros.
Elemento que cumple funciones esenciales como absorber las vibraciones del motor, proteger de estas a la caja de cambios y mejorar la eficiencia del propulsor. Para comprobar si tu coche lo tiene, basta con que consultes el manual. Si no quieres tener que pagar los 700 € que cuesta de media su reparación, presta atención, porque además la reparación puede superar los 1.000 euros si se incluye el kit de embrague que, por lo general, se cambia junto al volante bimasa.
Cómo evitar sencillamente que el volante de biomasa se averíe
Aunque puedas pensar que no, cuidar el volante de biomasa como es necesario es una tarea relativamente sencilla. Con un correcto uso del embrague, del acelerador y del freno así como la no sobrecarga del vehículo podrás extender notablemente su vida útil.
Eso implica:
- Evitar iniciar la marcha de forma brusca
- No conducir con el embrague pisado
- Sustituir el embrague cuando sea necesario para evitar tener que cambiar la biomasa
Sin embargo, no es un componente eterno y requiere renovarlo cada cierto tiempo. Por ello, es preciso indicar que no es habitual cambiarlo de forma individual, sino que suele cambiarse junto al kit del embrague.
Asimismo, depende de otros factores como el tipo de vehículo, la forma en la que se conduce y los kilómetros que lleva a sus espaldas. En cualquier caso, se recomienda revisarlo en ciertos supuestos:
- Cuando se notan vibraciones excesivas en el asiento o en el salpicadero, sobre todo al ralentí, al arrancar o al cambiar de marcha.
- El coche da tirones al empezar la marcha o al frenar.
- Se produce un ruido metálico al pisar el embrague.
- Se percibe dificultad o brusquedad para cambiar la marcha.
¿Cuándo debes revisar el volante biomasa?
Como siempre más vale prevenir que curar, es recomendable que compruebes el estado del volante biomasa mediante una revisión del embrague de tu coche cada 150.000 - 200.000 kilómetros. Y es que en algunos casos se puede llegar a romper, lo que se traduce en daños graves para el motor y la caja de cambios principalmente, aunque también otros componentes se pueden ver afectados.
En el caso del propulsor, estamos hablando de que pueden verse mermados los pistones, las bielas y el cigüeñal. Si se echa la vista a la caja de cambios, los engranajes son los que están en el punto de mira. Del resto, la transmisión y los frenos son los más propensos a resultar dañados. Todo ello puede conducir a un potencial accidente.
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